Juegos Olímpicos

Cuartos de final: esa trampa mortal

14:27 07/08/2024 | El primer partido de cruces de los Juegos Olímpicos, casi todos coinciden, es el más complicado y ayer hubo casos bien puntuales de eso.

Los franceses se sacaron una mochila de mil kilos en los cuartos (FIBA)

La reflexión que hacen muchos protagonistas es: en la fase de grupos tenés revancha si perdés y en semis, dos chances para ir por una medalla. En cuartos de final no hay nada de eso, solo drama. Si hiciste una primera fase perfecta y perdés ahí, a casa (Canadá) y si te asusta la presión, no es el partido indicado (Australia). Los cuartos no son para cualquiera, seas candidato o sorpresa. Y así fue ayer. 

El primere partido lo dejó bien claro. Australia, que como Canadá nunca se han destacado en la historia FIBA en ser equipos gladiadores, sacó de la cancha a Serbia en los primeros 13 minutos y lo dejó al borde del papelón: 44-20 en 13 minutos, con 20 de Patty Mills, baile y contundencia. Pero el que estaba enfrente era Serbia, todo lo contrario en cuanto a la resiliencia: nada lo saca de su objetivo único, que es ganar. Y menos teniendo al as de espadas. Nikola Jokic. 

Lo que más sorprendía en el partido era que en ningún momento de esos 13 minutos Serbia perdió la compostura o los nervios. Jugaba mal, es cierto. Era lento, es cierto. No defendía a nadie y atacaba peor, es cierto. Pero no había insultos, ni demasiados reclamos (teniendo en cuenta quiénes son), ni antideportivas groseras ni ese juego sucio al que a veces acuden cuando se dan situaciones negativas. Como si supieran que la tormenta iba a pasar rápido, aunque era intensa. 

Australia, por ingenuidad, inexperiencia de algunos de sus integrantes (Giddey, sobre todo) o por verse confiada ante ese dominio, se relajó, dejó despertar a la bestia y, a pesar de lograr al final llevar el partido a suplementario, lo había perdido cuando los serbios pasaron por primera vez al frente en el fatídico tercer cuarto. Incluso en el final del segundo, cuando bajaron de 24 a 12 la diferencia. La primera víctima de los cuartos.

Alemania también sufrió ante Grecia y su entrenador, Gordon Herbert, nos reconocía que el primer cruce es el peor de todos: "No importa lo que hayas hecho antes. Pierdes y te vas a tu casa". Lo había pasado lo mismo en el Mundial, pero se puso fuerte a tiempo y no dejó dudas ante los griegos, de buen papel. 

El partido que más claro dejó la incidencia de los cuartos fue Canadá-Francia. Los americanos, con 10 NBA, apellidos ilustres y rueda inicial perfecta, fueron un fantasma. Nunca se metieron en la cabeza de la importancia del juego, como si pensaran que en algún momento se iba a revertir, solo. Y Francia, que había sido un papelón en la fase de grupos, se vio ante el abismo, se potenció por el conflicto entre Collet y Fournier y sacó un corazón tampoco muy tradicional en su pasado. Y no solo ganó, sino que volvió a convertirse en candidato a la final, aunque ahora enfrente tenga al mejor equipo (en el sentido total de la palabra), del torneo: Alemania. 

El único choque que fue desde antes de empezar hasta que terminó como se esperaba fue Estados Unidos-Brasil. Sin equivalencias, no hubo dudas, ni temores ni nada que sacara a los americanos de su convicción de que van a ganar el oro. Es cierto, todavía nadie les opuso resistencia. Los serbios, en semis, no serán los del debut. Lo que no implica que puedan ganarles. Pero ahora ya no hay revancha, aunque el bronce sea tentador. 

Los cuartos de final nunca defraudan. Caso mil. 

 

 

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a París, Francia
En Twitter: @basquetplus

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