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La travesía de Alemania en los Juegos Olímpicos es marcada por el brillo y la determinación de uno de sus jugadores más destacados: Franz Wagner. El joven alero se demuestra como una pieza clave en el equipo dirigido por Gordon Herbert, fijandose como una figura central en el sueño dorado de Alemania para obtener su primera medalla olímpica.

Franz Wagner llegó a París tras una destacada temporada con los Orlando Magic en la NBA, donde promedió 19.7 puntos, 5.3 rebotes y 3.7 asistencias. Este rendimiento se ha trasladado a los Juegos Olímpicos, donde ha mostrado una evolución notable respecto al Mundial de Baloncesto del año pasado en Manila. En los primeros tres partidos de la fase de grupos, Wagner ha promediado 21.7 puntos con un impresionante 51.1% en tiros de campo y un 71.4% en tiros de dos puntos. Su capacidad para anotar dentro del arco ha sido casi imparable.

Sin embargo, aún tiene áreas de mejora. Su tiro de tres puntos, con un 21.1%, sigue siendo un punto débil, pero su determinación y trabajo arduo prometen mejorar este aspecto de su juego. Además, su tasa de pérdidas de balón ha disminuido de 2.5 en el Mundial a una cifra más manejable, lo que demuestra una mejor toma de decisiones en la cancha.

En aquella cita que coronaron, Alemania también se sacó la duda sobre un gigante, no hay que olvidar su triunfo en semis ante Estados Unidos. Este equipo ya sabe lo que es vencer al gran candidato. Los nombres de ese rival mejoraron, pero nadie les quita la ilusión de repetir ante ellos en una posible final. El desempeño de Franz en aquel triunfo también es memorable, 22 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias.

Uno de los momentos más memorables de Wagner en estos Juegos Olímpicos ocurrió en el partido contra Francia. En una jugada que quedará en la memoria de todos los aficionados, Wagner corrió la cancha de costa a costa y, enfrentándose a Victor Wembanyama, realizó un espectacular mate invertido con su mano izquierda. Este momento no solo levantó al equipo y a los aficionados, sino que también simbolizó la confianza y el talento que Wagner aporta a Alemania.

En ese partido, Wagner anotó 26 puntos, capturó 5 rebotes y dio 2 asistencias en 33 minutos de juego, consolidándose como el líder ofensivo del equipo. Su actuación fue crucial para que Alemania mantuviera su dominio y asegurara una victoria convincente contra uno de los equipos anfitriones.

La victoria de Alemania en los cuartos de final contra Grecia, un partido donde Wagner anotó 18 puntos, demostró la capacidad del equipo para superar desafíos y adaptarse a situaciones difíciles. Con una defensa férrea y un ataque equilibrado, el equipo alemán mostró su capacidad para competir al más alto nivel y mantenerse enfocados en su objetivo final. Franz no tuvo problemas en ser la firma anotadora del conjunto, metiendose entre defensores como Antetokounmpo, Walkup o Mitoglou.

Con solo dos victorias separando a Alemania de la gloria olímpica, Franz Wagner y su equipo están en un momento crucial. El próximo desafío será enfrentar al ganador del partido entre Canadá y Francia, equipos que también tienen aspiraciones de oro. La confianza y la habilidad de Wagner, junto con el esfuerzo colectivo del equipo, serán esenciales para superar estos desafíos y alcanzar el sueño dorado.

Franz Wagner ha demostrado ser un optimista incansable, un jugador que no solo busca la victoria, sino que también inspira a sus compañeros y a toda una nación. Su trayectoria en estos Juegos Olímpicos es un testimonio de su talento y determinación, y aunque ya conoció la gloria en el Mundial, parece que no se detendrá hasta alcanzar su mejor jugada: llevar a Alemania a la cima del básquet olímpico.