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Tratar de sacarle un bigote al león puede ser complicado. Principalmente por si el felino se enoja porque puede ser letal. Aunque el animal esté viejo, tentarlo es de suicida. Cambiemos al felino por LeBron James y al bigote por las chicanas, no es conveniente tratar de desmoralizar con palabras a un jugador que hace dos décadas que domina la NBA y que fue campeón en cuatro ocasiones con tres franquicias distintas.

Dillon Brooks lo sufrió en carne propia en la primera ronda de los playoffs de la Conferencia Oeste cuando chicaneó a LeBron, lo habló, lo golpeó pero ni así logró su cometido. Sino, todo lo contrario, James fue determinante en el sexto juego para que los angelinos derroten a Memphis Grizzlies.

Ahora quien quiso chicanearlo fue Jamychal Green, un jugador experimentado que lleva varias temporadas jugando en la mejor liga del planeta. Steve Kerr había dicho que los angelinos hacían mucho flooping causándole faltas ofensivas a su equipo, James defendió a su equipo y el interno lo trató de mentiroso.

LeBron no dijo nada pero tuvo, otra vez, una noche estelar en el juego seis entre los Lakers y los Warriors, se despachó con 30 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias, su equipo ganó y pasó a la final de conferencia.

Tras el partido, LeBron se expresó a través de su cuenta oficial de Instagram con varias fotos suyas y una canción de Drake. La parte que suena en la publicación expresa: "Jugadores de banco hablando como titulares, lo odio”. Mientras que él escribió: “El hombre en la cancha”.

 

 

 

 

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