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Riachuelo comenzó mejor, se notó que viene con ritmo y que su juego está aceitado. Tremendo desde la línea de tres puntos, cuatro de cinco, en los primeros cinco minutos. Atenas no estuvo mal, pero tras unos días sin competencia tardó en entrar en partido. El primer cuarto finalizó 19 a 25.

En el segundo, el local siguió corriendo de atrás y acá intento de acercarse los riojanos lo desactivaron con un buen ataque. Gran juego hasta aquí de Diego Figueredo con 11 puntos, la misma cantidad que llegó a sacar su equipo (24-35) a falta de 5.12 para el entretiempo. Tras ello, Atenas volvió a meter intensidad a través de Leo Lema (14), llegó a ponerse a cinco y cuando parecía que se cerraba así la primera mitad otro triple sobre la chicharra de Riachuelo lo puso ocho arriba (37-45) en el descanso largo.

Todo continuó igual en las primeras acciones del tercero. Atenas haciendo el desgaste mayor y sin posibilidad de ponerse definitivamente en partido. La ventaja se mantenía por debajo de los dos dígitos. En un nuevo intento por igualar las acciones, el griego se puso a dos, pudo empatar desde la línea de simples pero lo desaprovechó y la visita lo facturó. Terminó seis arriba 54 a 60.

Si hay algo para destacar del local en este juego fue su búsqueda constante, el no bajar los brazos a pesar de no poder empatar o darlo vuelta. Riachuelo hizo todo bien, aguantó cuando tuvo que hacerlo, reaccionó siempre y lo ganó de punta a punta.  

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