Especial

Jerry West; de profesión, creador de dinastías

13:45 13/06/2024 | El mejor ejecutivo de la historia. La leyenda de la NBA, recientemente fallecida, tiene fundamentos de sobra para ganarse ese título, ganar como lo hizo durante toda su vida.

West, el mejor en el front office (Getty)

Jerry West, conocido como "El Logo" de la NBA, no solo dejó una huella imborrable en la cancha, sino también en las oficinas de diversas franquicias, construyendo dinastías y tomando decisiones que cambiarían el curso de la historia del baloncesto. A lo largo de su carrera como ejecutivo, West demostró tener una mente brillante para el juego, tanto dentro como fuera del parquet. En este repaso, exploramos sus movimientos más significativos en los Lakers, Grizzlies, Warriors y Clippers, así como las figuras que contrató y su impacto en campeonatos ganados.

En 1982, Jerry West asumió el rol de General Manager de los Lakers, en una época donde Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar ya eran estrellas consagradas. Sin embargo, fue West quien rodeó a estos titanes con el talento necesario para dominar la década. Eligió a James Worthy con la primera selección del Draft de 1982, un alero dinámico que se convertiría en el MVP de las Finales de 1988. Dos años después, añadió a Byron Scott, un escolta con excelente tiro exterior, y en 1985 seleccionó a A.C. Green, conocido por su durabilidad y defensa sólida. Además, trajo a Mychal Thompson en 1987, un movimiento que reforzó el interior del equipo y ayudó a los Lakers a ganar dos títulos consecutivos en 1987 y 1988.

Su visión no se detuvo ahí. En 1995, como Vicepresidente Ejecutivo, ganó el premio al Ejecutivo del Año por renovar la plantilla de los Lakers. Un año después, logró uno de los movimientos más importantes de la historia: reclutó a un joven Kobe Bryant en el Draft, a través de un intercambio audaz por Vlade Divac, y convenció a Shaquille O'Neal de unirse al equipo como agente libre. Este dúo icónico llevó a los Lakers a ganar tres campeonatos consecutivos entre 2000 y 2002, consolidando una dinastía que marcó el inicio del nuevo milenio.

En 2002, Jerry West asumió el desafío de revitalizar a los Memphis Grizzlies, una franquicia sin mucha historia. Aunque no alcanzó el mismo nivel de éxito que en Los Ángeles, su contratación de Hubie Brown como entrenador fue un acierto crucial. Brown, quien se había retirado y trabajaba como comentarista de televisión, regresó al banquillo y ganó el premio al Coach del Año en 2004, llevando a los Grizzlies a su primera aparición en los playoffs. Ese mismo año, West fue nombrado Mejor Ejecutivo del Año, reconociendo su capacidad para transformar una franquicia en dificultades en un equipo competitivo.

Tras un breve retiro, West se unió a los Golden State Warriors como asesor en 2011. Su impacto fue inmediato y crucial en la creación de uno de los equipos más dominantes de la NBA. Fue fundamental en la decisión de no traspasar a Klay Thompson por Kevin Love, una movida que mantuvo intacto el núcleo del equipo. En 2013, los Warriors adquirieron a Andre Iguodala, quien se convertiría en una pieza clave en sus éxitos futuros. En 2014, contrataron a Steve Kerr como entrenador, una elección que resultó ser brillante. En 2016, West convenció a Kevin Durant de unirse a los Warriors, formando un super equipo que ganó campeonatos consecutivos en 2017 y 2018. Este equipo se destacó por su ofensiva fluida y su defensa tenaz, estableciendo un nuevo estándar en la NBA.

En su última etapa, Jerry West se unió a la Junta de Directivos de los Los Angeles Clippers en 2017. En 2019, diseñó la llegada de Kawhi Leonard, el MVP de las Finales del año anterior, y mediante una movida maestra, sumó a Paul George. Estos movimientos posicionaron a los Clippers como serios contendientes al título, demostrando una vez más la habilidad inigualable de West para construir equipos ganadores. Aunque las lesiones han limitado el éxito de los Clippers, su llegada a las finales de conferencia en 2021 fue un logro histórico para la franquicia.

Jerry West falleció a los 86 años, dejando un legado que pocos pueden igualar. Desde su tiempo en la cancha hasta su influencia en las oficinas, West redefinió lo que significa ser un ejecutivo en la NBA. Su capacidad para identificar talento, tomar decisiones audaces y construir equipos campeones lo consolida como el mejor ejecutivo en la historia del baloncesto.

 

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