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Shaquille O'Neal es conocido mundialmente por dos cosas: en primer lugar, su tremendo nivel a la hora de jugar al básquet. Esa capacidad de dominio le permitió completar una carrera histórica, en la que fue cuatro veces campeón de la NBA y MVP Finals en tres ocasiones. En segundo orden, sus excentricidades. Estos dos conceptos se combinaron para completar una anécdota sobre lo que hizo con su primer contrato de patrocinio.

"Tras firmar mi primer acuerdo de patrocinio, me gasté un millón de dólares en en una hora. Fue en varios coches de lujo, joyas y un viaje a Las Vegas", recalcó el expivote de Los Ángeles Lakers y Miami Heat, entre otros. Lo hizo en una entrevista con el inversionista y ejecutivo Daymond John por el Día del Emprendedor Negro en la que también participó Dwyane Wade.

La charla se centró en la importancia de que los deportistas puedan tener conocimientos sobre lo que hacer con sus fortunas, ya que muchos de ellos terminan en la quiebra luego de su retiro por no estar interiorizados mínimamente en el mundo de las finanzas. O'Neal lo aprendió de la forma más cruda: "Gastaba tanto dinero en efectivo que el gerente de mi banco me advirtió que me arruinaría si seguía despilfarrando como un loco, porque no contabilizaba cosas como el impuesto sobre la renta y cosas así".