Phoenix Suns y el fracaso más caro de la historia de la NBA
11:25 10/04/2025 | La franquicia de Arizona se jugó un pleno por el tridente de Durant-Booker-Beal, pero las cosas desde un inicio no resultaron y se quedaron sin postemporada.
La eliminación oficial de los Phoenix Suns de toda instancia de postemporada, tras la derrota por 125-112 ante Oklahoma City Thunder, marca un antes y un después en la historia de la NBA. No solo por su estrepitosa caída, sino por haberlo hecho con la planilla más cara jamás registrada en la liga: más de 300 millones de dólares sumando salarios y penalidades por impuesto de lujo. El proyecto ambicioso del propietario Mat Ishbia, que apostó todas sus fichas al tridente conformado por Kevin Durant, Devin Booker y Bradley Beal, terminó siendo una lección de cómo el gasto desmedido no garantiza éxito deportivo.
Con Mike Budenholzer como nuevo entrenador —dos veces entrenador del año y campeón con Milwaukee en 2021— el objetivo estaba claro: título o fracaso. El contrato de cinco años y 50 millones de dólares para Budenholzer auguraba estabilidad, pero la realidad fue otra. El equipo perdió ocho de sus últimos once encuentros y ni siquiera accedió al play-in, finalizando con récord negativo por primera vez desde la 2019-20. A lo largo del año, el coach probó 33 quintetos titulares diferentes sin encontrar jamás la fórmula.
Desde la llegada de Ishbia en 2023, el rumbo deportivo de la franquicia ha sido errático. Luego de la histórica campaña 2021-22 con 64 victorias, Phoenix ha cambiado de entrenador dos veces y remodelado su banco de suplentes, desembolsando picks y capital para adquirir a Beal, un escolta con contrato millonario y cláusula "anti-trade". Pero las consecuencias de esa operación fueron severas: al ubicarse por encima del segundo límite fiscal —una barrera que limita los movimientos de los equipos de alto gasto— los Suns perdieron toda flexibilidad para reforzar su plantilla, condenándose a una rotación corta, envejecida y poco atlética.
El futuro inmediato es incierto. Budenholzer, pese a ser oriundo de Arizona y tener cuatro años de contrato por delante, no tiene asegurada su continuidad. Lo mismo ocurre con el gerente general James Jones. La directiva deberá decidir si inicia una reconstrucción completa, algo que podría incluir la salida de Durant, quien cumplirá 37 años en septiembre y parece destinado a ser traspasado para recuperar activos. En cambio, Booker —ícono de la franquicia y aún en su prime— cuenta con el respaldo absoluto de Ishbia.
El punto más complejo pasa por Bradley Beal. Con 110.7 millones de dólares garantizados hasta 2027 y una cláusula de no intercambio, encontrar un socio dispuesto a asumir semejante contrato y al que Beal acepte ir es, hoy por hoy, una misión casi imposible. Lo cierto es que los Suns acaban de protagonizar el fracaso más costoso en la historia de la NBA, y la factura recién empieza a cobrarse
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