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Luka Doncic volvió a Dallas como visitante por primera vez y no hubo bienvenida capaz de suavizar la furia del esloveno. En la victoria de los Lakers por 112-97, el ex Dallas Mavericks firmó una actuación que quedará en los libros: 45 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias, 4 robos y 7 triples, con un impactante +26 de valoración mientras estuvo en cancha. Se convirtió así en apenas el segundo jugador en la historia de la NBA que le anota 45 o más puntos a favor y en contra del mismo equipo en una misma temporada. El único antecedente es de 1965, cuando Wilt Chamberlain lo hizo con Warriors y 76ers.

Doncic ya les había anotado 45 el 15 de diciembre pasado como jugador de Dallas contra Golden State. Ahora, con los colores de los Lakers, repitió la cifra pero ante sus excompañeros. Entre lágrimas en la previa y fuego competitivo en el parqué, su despliegue fue demoledor: metió 31 puntos solo en la primera mitad, apoyado en cinco triples. Desde 1997-98, apenas otros dos Lakers habían logrado al menos 30 tantos y 5 triples en una primera mitad. Con este juego, Luka también quedó segundo en la tabla de mayores “revenge games” desde 1977, solo detrás de John Williamson, que metió 50 ante Indiana en la 77-78.

Desde su llegada a los Lakers, el inicio fue tibio, pero la última racha lo ubicó otra vez como uno de los jugadores más completos del planeta. En 27 partidos con los angelinos ya sumó 750 puntos, 218 rebotes, 204 asistencias y 44 robos, números que lo convierten en el jugador más rápido en la historia de la franquicia en alcanzar esos registros. Ni Kobe, ni Magic, ni LeBron. Solo Luka. Además, según ESPN, supera en puntos a Anthony Davis (41 ante New Orleans en 2019), Kevin Durant (34 contra OKC en 2017) y LeBron James (38 frente a Cleveland en 2010) en sus propios regresos explosivos.

El impacto de Doncic fue doblemente doloroso para Dallas. Primero, por lo que entregó en el presente inmediato, y segundo, porque su salida dejó un vacío imposible de llenar. Lo que antes hacía en celeste ahora lo repite en dorado, con la misma facilidad para anotar y generar juego. El contexto histórico hace todo más agudo: pasaron 60 años desde que un jugador logró lo que hizo Luka esta temporada. Chamberlain cambió de camiseta y rompió la NBA. Doncic siguió sus pasos.