Basquetplus.com

A Barcelona, como a Real Madrid y a otros grandes de Europa, se le exige ganar si o si. Ganar como sea. Arman planteles con jugadores de gran jerarquía, incluso en situaciones reclutando jugadores que llegan directamente desde la NBA. Por ejemplo, durante la última temporada, antes del comienzo, se consiguió el fichaje de Willy Hernangómez.

Roger Grimau fue el entrenador elegido para estar al frente del equipo. Si bien era una persona del riñón del club, su experiencia como entrenador era muy poca. Pero la institución hizo una apuesta y confió con un contrato de tres años con el objetivo de desarrollar un buen trabajo a largo plazo.

Pero finalmente eso no ocurrió. Si bien el equipo mostró buenos momentos, buen juego pero no logró ganar, que es lo que se le exige a clubes de esta jerarquía. Grimau fue destituido de su cargo y en su lugar llegó Joan Peñarroya. Roger recientemente, varios meses después de su salida, comentó que, como se rumoreaba, su pelea con Willy Hernangómez fue real.

Willy llegó como el fichaje estrella para reemplazar la salida de Nikola Mirotic. Roger reconoció su problema con el interno y comentó: “Son dos o tres cosas puntuales y muy escandalosas, seguramente de cara al público, pero creo que no ha sido un drama de relación”. El problema fue real, fue el 30 de diciembre cuando Barcelona visitó a Mónaco por la Euroliga.

Ese día, Willy jugó apenas 7 minutos y Roger, tras el encuentro, que su escasa participación fue una decisión pura y exclusivamente técnica, que no había lesión. Según se supo, Hernangómez le dijo: “No me comas la oreja... Te quedan dos telediarios”.

Roger confirmó ese hecho y argumentó: “Cuando pasó aquello yo pensé en el club. Willy es un jugador top o franquicia, en el que se han gastado mucho dinero. ¿Qué gano apartando a un jugador? Preferí intentar ir juntos, pensando en el club”. Además, destacó: “Si él estaba bien, podíamos ganar partidos y  posiblemente títulos”.