Basquetplus.com

El seleccionado argentino que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 tuvo un rendimiento óptimo, jugando en un nivel destacado, con jugadores siendo figuras y determinantes. Algunas de las sociedades que brillaron en la cita ecuménica, ya habían tenido funciones previas para consolidar su funcionamiento.

La dupla compuesta por Alejandro Montecchia y Fabricio Oberto tuvo momentos de gran brillantez, con el pick and roll como jugada predilecta. El Puma asistía al cordobés en su caída tras la cortina y el interno argentino anotaba. Argentina sacó mucho provecho de esta situación y se vio beneficiada en varias ocasiones.

Pero no fue la única opción del tándem entre Montecchia y Oberto. Esta dupla también aprovechó las buenas cortinas del interno para liberar al base para que pueda tirar con libertad de tres puntos. Una jugada que la tenían muy aceitada y con la cual sacaron mucha ventaja en reiteradas ocasiones.

Montecchia comenzó su carrera en Argentina y luego de jugar en Sport Club Cañadense, Olimpia de Venado Tuerto y Boca Juniors, se sumó al Reggio Calabria, en 1999. Tras tres años en ese club, pasó al Valencia, institución en la cual jugó entre 2002 y 2005. Allí compartió equipo, durante los tres años, con Oberto. El cordobés, tras jugar en Atenas, se fue al Olympiacos de Grecia y posteriormente a TAU Cerámica.

La sociedad entre Montecchia y Oberto era uno de los principales estandartes de Valencia por esos años que fue determinante para el impulso que tuvo el club taronja. En la temporada 2002/03, además de llegar a la final de la Liga ACB y perder 3-0 con Barcelona, fueron semifinalistas de la Copa del Rey pero lo más importante lo hicieron en el plano internacional: fueron campeones de la Copa ULEB, actualmente Eurocup. En la final, le ganaron al Novo Mesto de Eslovenia y se definió en la Fonteta. Había otro argentino en ese equipo: Federico Kammerichs.

En la entrevista que Básquet Plus le hizo a Montecchia por los 20 años del oro olímpico en Atenas 2004, Alejandro recordó que tuvo un mal comienzo con la efectividad en los tiros de tres puntos pero que se le empezó a abrir el aro ante Estados Unidos en la semifinal. Además, los norteamericanos daban mucha defensa en ataque porque, engreídos y creyéndose superiores, les dejaban el tiro a los argentinos.

Oberto fue determinante para que el base ganara confianza y así lo relató: “Todo el tiempo pensamos que nos subestimaban, por eso olíamos más la sangre porque sabíamos que ellos no nos respetaban. Tal vez estaban preocupados, pero ellos es como que lo llevan adentro, que son superiores y nosotros lo veíamos entonces aprovechábamos. No me vas a salir a defender, entonces te la voy a meter, te voy a atacar y lo voy a hacer como yo quiero y te voy a hacer sufrir porque vos no defendés. Era así. Lo hablábamos entre nosotros. Yo lo hablaba con Fabri que jugábamos juntos, nos conocíamos de Valencia y él me decía: ‘Puma, voy y te cortino arriba y tirale, si ellos no saltan’. Y fue así todo el partido”.