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La eliminación de Los Angeles Lakers en la primera ronda de los Playoffs dejó en evidencia una necesidad urgente de reestructuración. A pesar de contar con dos superestrellas como Luka Doncic y LeBron James, la plantilla carece de profundidad, y eso terminó siendo determinante en la serie. Las expectativas ahora apuntan a un verano agitado, con movimientos importantes en la agenda de la franquicia.

El principal obstáculo para reconstruir el equipo son los altos salarios de sus figuras. Tanto Doncic como LeBron ocupan el tope salarial, lo que limita seriamente la flexibilidad para incorporar talento adicional. Aunque renegociar el contrato de James sería una solución ideal, esa posibilidad parece remota. Según Sam Amick, de The Athletic, "no se espera que LeBron considere la posibilidad de renovar con los Lakers con un contrato menor en caso de que opte por convertirse en agente libre esta temporada baja."

Aun así, todo indica que James seguiría en Los Ángeles, aunque no se descarta un posible cambio de rumbo. Amick también señaló que "fuentes cercanas a él y fuentes del equipo no descartan la posibilidad de que termine su carrera con otro equipo", y añadió que James mostró inquietudes sobre el rumbo de la plantilla. En este escenario, los Lakers enfrentan una intersección clave entre seguir apostando por el presente o reestructurar pensando en el futuro.