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Sam Presti, gerente general de Oklahoma City Thunder, fue elegido como el Ejecutivo del Año en la NBA 2024-25. El reconocimiento, votado por sus pares de la liga, llega tras una campaña brillante en la que el Thunder terminó con un impactante récord de 68 victorias y apenas 14 derrotas, el mejor en la historia de la franquicia y el sexto mejor en la historia de la NBA. Además, el equipo rompió otro récord: una diferencia de puntos promedio de +12.9 por partido, la más alta jamás registrada en una temporada.

El galardón le llega a Presti a los 47 años y en su 18ª temporada al frente del proyecto de OKC, una franquicia que moldeó casi desde sus cimientos. Tras haber sido segundo en la votación en tres ocasiones (2010, 2020 y 2024), esta vez fue el más votado con 10 de los 30 votos posibles en primer lugar, totalizando 74 puntos. Lo siguieron Koby Altman (Cleveland Cavaliers) y Trajan Langdon (Detroit Pistons), mientras que ocho ejecutivos distintos recibieron al menos un voto de primer lugar, reflejo del competitivo escenario dirigencial.

Presti combinó planificación a largo plazo con movimientos quirúrgicos. En el último receso firmó a Alex Caruso y Isaiah Hartenstein, dos refuerzos claves para potenciar a un núcleo joven que ya mostraba señales de madurez. Caruso, reconocido por su defensa élite, fue pilar en el equipo que terminó como el mejor rating defensivo de la NBA (106.6), mientras que Hartenstein promedió 11.2 puntos, 10.7 rebotes y 3.8 asistencias, todas cifras tope en su carrera. Estos ajustes se sumaron a la construcción paciente que incluyó las selecciones de Chet Holmgren, Jalen Williams y Cason Wallace, y al histórico traspaso por Shai Gilgeous-Alexander en 2019, hoy estrella indiscutida del plantel.