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Oklahoma City Thunder logró una victoria que parecía imposible en el entretiempo. El elenco de Daigneault le ganó a Memphis Grizzlies por 114 a 108, de la mano de un Shai Gilgeous-Alexander que aportó 31 puntos y 8 asistencias. El mejor de los Grizzlies fue Scotty Pippen Jr., que sumó 28 unidades para un Memphis que ahora se encuentra abajo en la serie por 3-0.

El encuentro comenzó con un Memphis letal, que no le daba chances a Oklahoma y que parecía un equipo completamente distinto al que sufrió una dura paliza en el primer partido de esta serie. Scotty Pippen Jr. se pareció a su padre en playoffs y tuvo un inicio implacable. Morant, Jackson Jr. y Aldama lo acompañaron para firmar un primer tiempo impresionante, con una ventaja de hasta 29 puntos y la ilusión de una victoria clave (69-40).

Todo cambió a partir de una jugada desafortunada. Morant recibió un pase de faja y quedó con el aro de frente para volcarla con potencia. Dort no saltó y quedó debajo del base de los Grizzlies, que cayó desde lo alto. Morant no volvió a jugar por una lesión en la cadera, y ahí comenzaron los problemas para Memphis.

OKC hizo todo bien en la segunda mitad. Aprovechó el bajón de los Grizzlies, con Jalen Williams afinado en ofensiva y Shai mostrando el nivel que lo perfila como principal candidato al MVP. Los locales apenas sumaron 18 puntos en el tercer cuarto y 13 en el último, menos que en cualquiera de los dos primeros. Alguien muy importante para que se de esto fue Caruso, que levantó la defensa y fue una pesadilla para sus rivales. Bane y Kennard no pudieron tomar la posta y Chet Holmgren dio la puntada final con un excelente cierre, y Oklahoma dejó la serie en match point.

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