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A lo largo de la historia fueron 16 los jugadores argentinos que llegaron a jugar en la NBA. La famosa Generación Dorada, ganadora de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y con actuaciones brillantes en el plano internacional, tuvo a varios integrantes en la liga estadounidense. Uno de los que pudo competir fue Walter Herrmann.

El santafesino llegó a la NBA desde España donde estaba jugando la Liga ACB para Málaga, con el que logró una Copa del Rey y un título liguero. En 2006, Charlotte Bobcats lo fichó y se sumó a la franquicia. Le costó pero a de a poco se fue ganando un lugar en la rotación y estuvo poco más de una temporada y media, antes de ser traspasado a Detroit Pistons. Allí culminó su etapa en la NBA luego de otra temporada y media. Al finalizar la 2008/09 regresó a tierras europeas tras ser fichado por Baskonia.

En sus años en la NBA, Herrmann fue testigo privilegiado de las excentricidades que se viven a diario en la liga estadounidense. No solo el hecho de enfrentarse con muchas estrellas, sino también compartir el día a día con otras de ellas. Pero eso no es todo, además todo el circo que hay alrededor de la competencia, las personalidades, los famosos que se suelen hacer presentes en los partidos para ver a los mejores jugadores de básquet del mundo. En una nota con Málaga Hoy de hace varios años, Walter recordó algunos de esos omentos.

“Recuerdo jugar contra Yao Ming, era impactante. Shaquille O'Neal, Kobe Bryant, Tim Duncan. Lo malo de esto es que llegás a un punto en que no valoras nada. Lo ves todo tan natural... Mis amigos me iban a visitar y para ellos era impresionante y yo ya lo veía rutinario, normal”, comentó Walter.

Luego de su paso por los Bobcats fue enviado a Detroit y allí compartió equipo con una de las grandes estrellas de la NBA: Allen Iverson. Así recordó esa experiencia: “En el segundo año mío en los Pistons traspasan a (Chancey) Billups y traen a (Allen) Iverson., mis amigos no se lo creían. Al principio impresiona, pero los ves cambiarse a tu lado y son todos iguales, somos jugadores”.

A la hora de recordad momentos, Walter detalló: “Jugar en Los Ángeles y ver a Jack Nicholson allí, saludarlo y hablar con él. O conocer a Muhammad Ali”. “Pero no había selfies en ese entonces. Imagínate ahora cómo tendría el Instagram”, comentó para cerrar entre risas.