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Boston se encamina con firmeza en la primera ronda de los Playoffs y, pese a la ausencia de Jayson Tatum, logró un triunfo trabajado ante Orlando por 109-100 para ponerse 2-0 en la serie. Jaylen Brown fue la figura con 36 puntos, 10 rebotes y cinco asistencias, pero la imagen que dejó la noche fue la de Kristaps Porzingis con sangre en el rostro. El letón recibió un codazo de Goga Bitadze que le abrió la frente, aunque eso no lo frenó: volvió a la cancha con cinco puntos de sutura y terminó con un doble-doble de 20 unidades (5-14 en tiros) y 10 rebotes.

El hecho no pasó desapercibido para Joe Mazzulla, quien continúa siendo un motor emocional del vigente campeón. Lejos de preocuparse, su reacción al sangrado de Porzingis sorprendió por su tono crudo: “Me gusta verlo sangrar en la cancha. Creo que eso es importante. Después vuelve y hace su trabajo”. Mazzulla valoró no solo la dureza física, sino el temple del europeo para mantenerse firme: “Me gusta su compostura general. Tiene una habilidad innata para tomarse todo en serio… cómo controla el entorno, cómo maneja la multitud y la fisicalidad”.

Porzingis, por su parte, tampoco esquivó el dramatismo. Acostumbrado a lidiar con lesiones —incluso se perdió buena parte del título de 2024—, mostró una actitud estoica tras el partido: “¿Cómo no iba a volver? Como, ‘Oh, tengo cinco puntos, ya no puedo jugar’. No. Mis piernas funcionan, todo funciona, y por supuesto que voy a estar ahí. Y ya me conocen, me gustan estos momentos”. El pivote había tenido un flojo primer juego (5 puntos, 1-8 de campo), pero dejó claro que está listo para asumir un rol clave en esta nueva postemporada.