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Zach LaVine se encuentra en una situación crítica tras la reciente salida de DeMar DeRozan hacia los Sacramento Kings. Este cambio marca un nuevo capítulo en la historia del equipo y plantea interrogantes sobre el futuro de LaVine en Chicago. La partida de DeRozan, un jugador clave y líder en la cancha, deja a LaVine como la principal figura del equipo. La presión sobre él aumenta, ya que ahora debe asumir un rol más prominente en la ofensiva.

LaVine ha demostrado ser un anotador prolífico, promediando más de 25 puntos por partido en temporadas anteriores, pero la falta de un compañero de alto calibre como DeRozan podría afectar su rendimiento y el de los Bulls en general. Ahora, tendrá nuevos compañeros como Josh Giddey y Matas Buzelis, además de los regresos de Lonzo Ball y Patrick Williams.

LaVine firmó un contrato máximo de cinco años en 2022, proyectándose que ganará aproximadamente $43 millones en la temporada 2024-25. A pesar de sus logros individuales, los Bulls solo han llegado a playoffs una vez durante su tiempo en el equipo, siendo eliminados en la primera ronda. Con DeRozan fuera, LaVine debe elevar su promedio de puntos, que en la última temporada fue de 21.9.

A medida que los Bulls navegan por esta transición, la pregunta sobre el futuro de LaVine se vuelve más apremiante. ¿Podrá liderar a un equipo a Chicago solo? La situación es delicada, ya que la presión para obtener resultados inmediatos puede llevar a la gerencia a considerar un traspaso si el equipo no muestra mejoría. Entre lidiar con las lesiones y su constante mención en el mercado de traspaso, el contexto no es el más cómodo para Lavine. Los caminos son claros, cargar con Chicago o dar un paso al costado.