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Con el fresco recuerdo de lo que fueron los Juegos Olímpicos de París 2024, en el cual Estados Unidos se quedó con la medalla de oro pero sufrió en demasía y en ocasiones estuvo cerca de perder, incluso en etapa de definiciones. Por ejemplo, en la semifinal y en la final, estuvo en aprietes pero logró salir adelante por la jerarquía de sus individualidades.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, Estados Unidos se presentó con muchas de las principales estrellas de la NBA encabezadas por LeBron James, Stephen Curry y Kevin Durant. Tras el flojo desempeño del seleccionado estadounidense en el Mundial FIBA 2023, fue el actual jugador de Los Angeles Lakers quien se puso en campaña para formar el mejor equipo posible para presentarse a la cita ecuménica.

Pero todo tiene un motivo. Todo tiene una razón. Y en este caso se originó el 4 de septiembre del 2002 y en el mismísimo Estados Unidos. Argentina fue un protagonista principal de este hecho. Ese día, en el Conseco Fieldhouse de Indianápolis, el equipo dirigido por Rubén Magnano daba un golpe sobre la mesa y se catapultaba como uno de los mejores seleccionados del momento.

Ese día, Argentina consiguió una victoria histórica. Quizás la más importante de su historia. Pero también una de las más importantes de la historia del básquet mundial y, en contra partida, la derrota más dura del seleccionado estadounidense. Los norteamericanos llegaron a esa cita con un registro de 58 partidos ganados y 0 perdidos desde que presentaban jugadores NBA en su representativo nacional. Es decir, llevaban 10 años invictos. El primer certamen de las estrellas de la mejor liga del planeta habían sido los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 con Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird a la cabeza.

Argentina había hecho una primera fase perfecta y tenía la oportunidad de ser líder en la segunda ronda. En el grupo D, quedó primera con puntaje ideal dejando abajo a Nueva Zelanda (112-85), Rusia (100-81) y Venezuela (107-72). En las primeras dos fechas de la segunda fase superó a China (95-71) y a Alemania (86-77). En la tercera jornada, tocó cruzarse con el invencible equipo de la NBA para intentar ganar y evitar a Yugoslavia en cuartos de final.

Los dirigidos por Rubén Magnano dieron una exhibición de básquet, dominaron a Estados Unidos de principio a fin, jugaron en un nivel superlativo y los vencieron por 87-80. Tiempo después, Luis Scola sintentizó: “Ese día fue cuando pasamos de ser un grupo joven y con talento a un equipo top. Fue un punto en donde el equipo hizo click y se sintió el mejor del mundo”.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

Argentina 87: Juan Ignacio Sánchez 9, Emanuel Ginóbili 15, Hugo Sconochini 7, Rubén Wolkowyski 9, Fabricio Oberto 11 (FI); Luis Scola 13, Andrés Nocioni 14, Leandro Palladino 7, Alejandro Montecchia 0, Gabriel Fernández 2. DT: Rubén Magnano.

Estados Unidos 80: Andre Miller 14, Paul Pierce 22, Jermaine O`Neal 8, Elton Brand 0, Michael Finley 14 (FI); Shawn Marion 4, Reggie Miller 5, Baron Davis 7, Antonio Davis 3, Ben Wallace 3. DT: George Karl.

Parciales: Argentina 34-21, 53-37, 68-60 y 87-80