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MarJon Beauchamp fue una de las historias del pasado draft, donde rompió en llanto luego de haber sido elegido por Milwaukee. Es que en esas lágrimas se escondía toda una historia dura de superación.

Nacido en Washington, se crió en Yakima, un pueblo cercano a Seattle. Dentro de su formación fue a cuatro secundarios, finalizando en Dram City en Glendale. Siendo uno de los mejores de su clase, las ofertas le llegaron en gran cantidad, pero decidió irse a San Francisco, al Chameleon BX, enfocado en entrenar para llegar al a NBA. Pero nada le salió como pensaba y se volvió a Yakima.

“Estuve muy cerca de dejar el juego cuando volví a Yakima. COVID sucedió. No íbamos a entrar al gimnasio. Cerraron los gimnasios allí, así que pensé: 'Tengo que hacer otra cosa'. Ese fue probablemente el momento más difícil de mi vida. Fue duro porque no tuve ninguna oportunidad. Como dicen, te aman cuando estás en tu punto más alto, pero cuando estás en tu punto más bajo, en realidad no escuchas nada de nadie. Esa es la posición en la que estaba”.

Decidió mudarse con su madre y en el medio sufrió depresión y ansiedad al no ver su nombre en las páginas de reclutamiento. “Empecé a orar todos los días ya tener fe. Siento que me guió en mis momentos más difíciles. Pude jugar en JUCO y realmente no lo vi como una ruina para mí. Lo vi como una forma de encontrar el amor por el juego nuevamente”.

Su amor por el básquet renació en la 2020/21, donde jugó 12 encuentros en Yakima Valley College, con promedios de 30.7 puntos y 11 rebotes.

Con ofertas universitarias sobre la mesa, decidió ir a al G-League Ignite, el nuevo equipo a donde van los prospectos que deciden hacerse profesionales y no seguir su camino universitario. Además, se fue a entrenar con Mike Miller, el ex NBA que ahora es su representante.

Como a muchos, la G-League lo ayudó a crecer en varios aspectos claves: “En la cancha de básquet, siento que realmente no tenía ese motor en el lado defensivo al ingresar a la G League, así que me concentré en desarrollar esa parte de mi juego. Luego aprendí a jugar sin balón porque jugaba mucho con balón en JUCO. Siento que he crecido mucho en la NBA G League. Siento que me encontré y aprendí cosas nuevas sobre mí. Siento que he crecido como hombre y en la cancha, dando pasos hacia donde necesito estar”. A partir de ahí, su crecimiento lo llevó a promediar 15.1 puntos y 7.3 rebotes, para volver a los radares de la NBA.

Ahora, elegido por Milwaukee, tendrá a su lado de los mejores jugadores para seguir creciendo y demostrar a todos que está hecho para esta liga.