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Siempre se dice que el que gana el partido por el tercer puesto en un Juego Olímpico o Mundial se va más contento incluso que el que pierde la final, y que el que termina cuarto suma malas sensaciones por perder los dos últimos juegos, por eso mañana por la mañana francesa, a las 11am (6am de Argentina), el choque entre Alemania y Serbia tendrá una enorme importancia. 

Ambos vienen de jugar la final del Mundial 2023, que terminó con victoria alemana, y esperaban llegar a la final, sobre todo Alemania, que era quizá favorito ante una Francia que levantó de manera increíble en los cruces. Serbia, de todos modos, estuvo incluso más cerca de alcanzar la definición, ya que dominó claramente a Estados Unidos en la otra semi durante 35 minutos, y se ahogó en la orilla, ante un rival que tuvo un sprint en los 5 minutos de cierre formidable. 

¿Tendrán esas derrotas su efecto en este partido? La motivación por el bronce (sería la primera medalla en su historia para Alemania, la segunda para Serbia), debería dejar la respuesta en un no rotundo, pero el golpe por quedar afuera de la final es posible que tenga un rol en este partido, además del desgaste físico que tuvieron ambos en semis. 

Para analizar este partido es difícil tener en cuenta lo que pasó hasta ahora, porque Alemania había sido el mejor equipo del torneo hasta el encuentro contra Francia, y Serbia había tenido un rodaje bastante flojo antes de Estados Unidos. Sin embargo, las sensaciones hoy son que jugó mucho mejor ese cruce el equipo de Pesic que el de Herbert. 

Lo emocional tendrá un valor clave, mientras que en el juego, si nos olvidáramos de el factor mental, Alemania parece más completo, aunque ayer demostró que tiene un punto que le juega muchas veces a favor y otras en contra: Dennis Schroder. El base, que venía siendo determinante, fue superado por la situación y la defensa rival y se enredó en un laberinto del que nunca pudo salir, y eso desarmó toda la ofensiva alemana, que tampoco tuvo lúcido al otro generador de juego, Franz Wagner. 

Si ambos vuelven a su nivel habitual y Serbia no concreta una defensa como la que hizo Francia, o como la que la propia Serbia le opuso a Estados Unidos, los alemanes arrancan en punta, pero ahí tendrá muchísima injerencia el tema mental que dejamos de lado. Los serbios son duros de la cabeza, tienen una enorme chances de volver a mostrar que están entre los mejores del planeta y seguramente hoy será el día en el que den vuelta la página para meterse de lleno en el partido por el bronce. 

Individualmente, parece bastante más complicado encontrar la manera de anular a las dos megaestrellas serbias (Jokic y Bogdanovic), que a los mencionados Schroder y Wagner. Es cierto que físicamente Alemania tiene con qué hacerlo, pero contra Francia fracasaron de forma rotunda, sobre todo en la pintura, donde entre Theis, Voigtmann, Moritz Wagner y Bonga no pudieron nunca prevalecer ni en el rebote ni en ataque, siendo superados por Lessort y Yabusele. 

Alemania tiene la mejor generación de su historia y también deberá olvidar rápido lo ocurrido ayer, porque sería una pena que ese traspié lo lleve a lo que dijimos al principio: un cuarto puesto con sabor a poco. El duelo será de nivel top para el mundo FIBA, y hasta ahora, aunque hubo muchas decepciones, los partidos en sí no defraudaron nunca. Seguramente aquí ocurrirá lo mismo.

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a París, Francia
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