Especial

Silvio Santander y la historia de Gabriel Deck

09:17 11/04/2021 | El entrenador es una de las personas que más lo conoce, desde la etapa en Quimsa y los últimos 6 años con la selección, y aquí hace su análisis del progreso de Tortu.

Gaby Deck en 2015, con Aguirre y Vega, tras consagrarse campeón con Quimsa (Foto LNB Contenidos)
Cuando me piden una opinión de un jugador o colaborador con el cual me tocó trabajar, siempre pienso en cómo abordar el tema desde la objetividad. En este caso me cuesta, por todo lo que genera Gabriel, especialmente su humildad, su don de gente y el nunca quitar los pies del barrio. 
 
Su historia es ya muy conocida y no deja de tomar relevancia por estos días. Desde su natal Colonia Dora (a unos 166 km de la ciudad de Santiago del Estero), pasando por su contexto familiar y su amor por el juego, buscaba hacerse en silencio y detrás de su hermano Joaquín un lugar en el mundo del básquet. Eso es Gaby.
 
El hombre que alcanza por estos días la meta máxima de un jugador, que es llegar a la mejor liga del mundo, se inicia con ese joven que se destaca para Santiago en los Torneos Argentinos y luego en las selecciones formativas argentinas, donde consigue ser en el Mundial U17 máximo anotador y quinteto ideal, ni mas ni menos. 
 
Es en Quimsa donde empieza todo, cuando llega a la Capital, y hace el proceso completo de las categorías menores, los torneos locales, provinciales y nacionales de clubes y de selecciones, pasando por diferentes entrenadores y profes que lo fueron moldeando y que, sin dudas, son los principales responsables de su crecimiento. Es que Tortuga es un claro producto del club de barrio, y por consiguiente de la Liga Nacional.
 
Gaby es jugar con los amigos un domingo a la tarde, es quedarse horas y horas entrenando, es jugar en canchas descubiertas, es hacer lo que haga falta para el equipo SIEMPRE. Eso es Gaby.
 
Cuando me toca llegar a la Fusión, me encuentro a este joven de 18/19 años, listo para jugar. Ya lo había hecho antes con otros coaches, como Carlos Romano, Oscar Sánchez, etc. A mi me pasó de encontrar una persona que estaba en el punto de ebullición, y todo lo que hizo con nosotros (Chiche Japez y Lato Santillán), lo podía haber hecho con otro cuerpo técnico. Gaby pedía pista.
 
Empezaba a mejorar su cuerpo, y tantas convocatorias a las selecciones menores le hacían ver que debía cambiar hábitos alimenticios y entrenarse aún más fuerte. El acercamiento al profesionalismo lo mismo, lo empujó a tomar cada vez mas en serio su mejora personal. 
 
Lo natural de ese entonces, correr el campo, jugar sin balón con continuos cortes y puertas de atrás, rebotes y defensa y anotar en el 1x1, más el rango de tiro excelente de 2 puntos largo, lo hacía, y lo hacía todos los partidos. Ese primer año le sumamos un pick and roll invertido que jugaba con Diego Garcia y lo asimiló muy rápido. 
 
Ya en el segundo año mi decisión fue ficharlo como alero puro, y casi no tocaba la posición del 4. Siempre pensé que el debía ser un alero para jugar al máximo nivel internacional y que incluso podía defender a guardias y hacia allí fuimos.
 
Yo buscaba que tire más de 3 puntos, con mayor velocidad de ejecución, que tome acciones de bloqueo directo y pueda ir al poste bajo. Siempre listo para entrenarse, para jugar con dolor, con un umbral de sufrimiento como no ví nunca a nadie en mi vida, siempre en modo MUTE, hacía cosas que nos maravillaba a todos. Eso es Gaby.
 
Si Colonia Dora lo insertó en el deporte, y Quimsa lo formó y lo convirtió en jugador profesional muy destacado, el paso por San Lorenzo le dio otro salto de calidad, de visibilidad, por lo grande que es el club en el fútbol del país, por las pretemporadas internacionales, por trabajar con Julio Lamas y Gonzalo Garcia (grandes entrenadores, lo mismo que Carlos Duro, especialista en formación) y por los equipos poderosos que marcaron el ritmo de la competencia esos años. Llegó siendo el mejor proyecto del país y se terminó yendo dominando la competencia. 
 
El salto al Real Madrid le ofreció otro escalón por subir, tanto en el día a día, como en ganarse un lugar dentro de una plantilla armada y abundante, en volver a la posición de alero y tener que jugar y tomar decisiones ante gente más grande. 
 
Poder trabajar con uno de los mejores entrenadores FIBA de la actualidad, como Pablo Laso, tiene un valor agregado, porque sabe trabajar con jugadores jóvenes y desarrollarlos. Lo ha mostrado varias veces. 
 
Quién hizo el seguimiento del Deck que llega y del Deck que se va del Real Madrid, nota otra clara evolución en su juego. Al principio muy de rol (defensa, rebotes y jugar con las ventajas que el juego le dejaba), para pasar a jugar el poste bajo seguido, algunos bloqueos directos, corriendo el campo empujando con dribling, etc. Todo con un altísimo IQ de juego. Sin convertirse en un anotador puro, se transformó desde mi mirada, junto con Tavares, en el jugador mas importante del equipo que lidera la acb y termina 6to en la fase regular de la Euroliga. Mostrando un compromiso supremo hasta el ultimo juego, dándolo todo para conseguir la clasificación. Eso es Gaby.
 
Dominó en las formativas a nivel nacional e internacional, dominó en la Liga Nacional, se instaló como el sólido alero titular de uno de los mejores equipos del mundo FIBA, es pieza clave de la Selección Argentina subcampeona del mundo desde hace años y ahora llegará a la NBA.
 
Allí, desde mi análisis, se encontrará con un nivel de exigencia aún mayor, pero podrá adaptarse rápidamente con sus puntos fuertes, sus mejores armas cada vez que tuvo que reconfigurarse: correr el campo, defensa y rebotes. Mantendrá su alto conocimiento de juego, la paciencia para saber esperar cada decisión, y lo hará en silencio. Tendrá que consolidar el tiro de 3 puntos, con la mecánica pulir la “triple extensión”, correr el rango un metro atrás y hacer lo que el equipo necesite para ganar, Y lo va a hacer. Por que eso es Gaby.
 
Por Silvio Santander
Actual entrenador de San Lorenzo, tuvo a Deck en Quimsa en las temporadas 2014/15 (campeón de la LNB) y 2015/16. También lo tuvo como asistente de la selección argentina mayor desde el 2015. 
 
 

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