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Michael Jordan ya era una fuerza de la naturaleza antes de su llegada a la NBA. Y Mike Dunleavy Sr. Lo vivió en carne propia, terminando en casi una pelea en un juego previo a los Juegos Olímpicos de 1984, en lo que fue el primer cruce entre ambos.

“Fue una pérdida de balón, el balón es lanzado a la esquina izquierda y él va desde la esquina izquierda hacia la canasta” contó en Run it Back. “Y estoy en media cancha, simplemente estoy apurándome, simplemente voy tras la jugada y digo, 'No hay posibilidad de que consiga esta jugada', y de repente él sube y yo estoy subiendo y le doy un golpe a la pelota”.

“Para la gente que lo veía jugar mucho... ponía la pelota frente a su cara y luego la balanceaba para encestarla” y cerró: “Bueno, cuando la pelota estaba justo frente a su cara, fue cuando hice el swing y fue cuando él movió la pelota”.

El después casi termina en pelea: “Así que tengo toda mi mano atravesando su cara y trato de atraparlo en el camino hacia abajo. Quería pelear cuando bajó. Le dije: 'Mira, amigo'. Intenté atraparlo. Entiendo por qué quieres pelear”.

Y luego, ya en la temporada NBA, Dunleavy se dio cuenta que MJ sería especial en su tercer juego ya: “Juego 3, vamos a Chicago y jugamos allí, y creo que estamos arriba como 14 entrando en el cuarto cuarto. Y Sidney Moncrief, Jugador Defensivo del Año, está jugando contra Mike, defendiéndolo y van a un piso 1-4 en el último cuarto y empieza a ir a trabajar. "Así que ahora voy de la esquina a hacerle el equipo doble. Sólo va por 23 en el último  cuarto para ganarnos por uno creo y consigue un total de 37. En ese momento, sabía lo bueno que era”.