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Luego de varios torneos en los que por fin pudieron utilizar a buena parte de sus figuras NBA, Canadá ha vuelto a lo que solía ser su realidad en esta clase de certámenes: un plantel de segundo orden (al menos teniendo en cuenta su potencial ideal), pero con la ilusión de mantenerse competitivo y por qué no, lograr cumplir las metas que no pudieron conseguir sus talentosos predecesores.

A tal punto los canadienses parecen subestimar el torneo, que ni siquiera utilizarán a su entrenador principal, Jay Triano (acompañará al equipo desde una función más dirigencial), sino a Roy Rana, quien viene de conseguir el oro con su país en el Mundial U19 de Egipto. A pesar de la apuesta por un DT acostumbrado a trabajar en inferiores, la realidad es que el plantel canadiense no muestra demasiada juventud: no tienen ningún representante de menos de 23 años y su promedio de edad es de casi 27.

Aún con estas cuestiones en consideración, no hay dudas de que los norteamericanos no dejan de ser uno de los firmes favoritos a aparecer en la Final Four de Córdoba. Quizá otra fuera la realidad en caso de integrar los Grupos A o C, pero al compartir zona con Argentina y un rival de menor calidad como Islas Vírgenes, los de Rana están en una clara lucha con Venezuela para conseguir ese segundo pasaje para las semifinales. ¿Podrán esta vez con el equipo de Néstor García, su gran némesis en México 2015?

El otro punto que hace preciso no subestimar a este seleccionado, tiene que ver con sus nombres propios. Aún sin Wiggins, Thompson, Murray, Olynyk y compañía, Canadá presenta un plantel que puede plantarle cara a cualquier otro del torneo. Nicholson es un interno desequilibrante para este nivel; Anderson y Anthony tienen toda la experiencia del mundo en FIBA; Heslip es un tirador que puede abrir un partido en un par de minutos, mientras que los debutantes Hanlan (solo jugó una Tuto Marchand), Rathan-Mayes (reciente fichaje de los Knicks) y Pierre, se destacan en un primer nivel del básquet internacional.

¿Cuál será la propuesta de los canadienses? Difícil estar seguro para un equipo sin partidos de preparación y sin experiencia jugando juntos. Sin embargo, todo indica que la mayoría de los ataques comenzarán con el uno contra uno de Nicholson en el poste bajo o la capacidad creativa de Rathan-Mayes en el perímetro. Lo bueno para ellos, es que aún cuando no tienen tantas opciones primarias, disfrutan de muy buenos complementos como los tiradores Heslip y Hanlan, o un alero con gran potencia y carga al rebote como Pierre. Como siempre serán un equipo atlético y con más versatilidad que altura (nadie supera los 2,06).

Este año los reflectores no están depositados en ellos y a pesar de no desparramar talento en sus nombres, el hecho de llegar al torneo sin demasiada presión puede jugarles a favor. Canadá siempre ha tenido problemas para responder ante los grandes compromisos y el hecho de que todas las miradas estén depositadas en otras selecciones, no les vendrá nada mal. Serán un equipo terrenal, pero no por eso, incapacitado de pelear en lo más alto.

La selección