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Otra vez sin la presencia de Morris, Denver se enfrentaba a unos Raptors enrachados (8 victorias seguidas, la máxima del momento en la NBA); y de visitante, pero como pasa a veces con este imprevisible Denver, ganó el menos esperado y se llevó el juego desde Canadá 110-109.

Con Jokic en estado demencial en el primer cuarto (18 puntos), Denver sacó alguna pequeña ventaja, pero la realidad fue la paridad general a lo largo de todo el partido. Otra vez con muchas pérdidas por el lado de Denver, ante un Toronto sostenido básicamente por dos hombres: Siakam y VanVleet. 

Campazzo tuvo un primer ingreso positivo desde la defensa, pero no activo en ataque, con un solo tiro al cesto, aunque mucha movilidad atrás. Su mejor ingreso fue el segundo, entre el final del 3C y el comienzo del último, en el que clavó dos bombazos, recuperó algún balón, hizo jugar al equipo y disimuló la ausencia de Jokic, sentado en el banco y mucho menos efectivo desde aquel arranque. 

Denver jugó muy bien los minutos finales, ya con Hyland en lugar de Facu para cerrar el juego, y fue justamente el novato el que clavó un triple clave a 2 minutos del final para poner a Denver 3 arriba, 106-103. Después casi lo pierde al final, cuando Jokic erró 2 libres a 18s del cierre estando 110-109 arriba, pero el serbio la arregló metiéndole el tapón del partido a Anunoby a 3 décimas de la bocina.

Victoria 110-109 ante un rival que venía con 8 triunfos consecutivos. Jokic terminó con 28 puntos, 15 rebotes y 6 asistencias. Facu cerró con 6 puntos (2/6 triples, 0/2 dobles), 3 rebotes, 3 asistencias, 3 robos y 1 pérdida en 23m09s. 

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