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Durante su carrera en la NBA, Shaquille O’Neal fue conocido por no hacer concesiones económicas a sus equipos. A diferencia de otros jugadores como Dirk Nowitzki, que aceptaban reducir su salario en beneficio del equipo, O’Neal optaba por maximizar sus ganancias, algo totalmente válido considerando que siempre estuvo a la altura de contratos máximos. Su enfoque agresivo en las negociaciones quedó confirmado tras un análisis que lo ubicó como el jugador que más porcentaje de la nómina de sus equipos acaparó en los últimos 40 años, incluso considerando su contrato de novato y su último año con salario mínimo.

O’Neal no solo lidera esta lista, sino que su desempeño deportivo justifica ampliamente su impacto financiero. Con cuatro campeonatos de la NBA, tres MVP de las Finales, un MVP de temporada regular y múltiples apariciones en el All-Star Game y equipos All-NBA, su legado está entre los más grandes de la historia. En la temporada 2004-05, llegó a representar el 46.53 % de la nómina de Miami Heat, y a lo largo de su carrera acumuló más de 292 millones de dólares en salarios.

Otros jugadores también tuvieron un gran peso financiero en sus equipos. David Robinson ocupa el segundo lugar con una participación del 27.16 %, seguido por Michael Jordan, quien pese a haber ganado menos en total, concentró el 54.03 % de la nómina de los Bulls en 1997-98, récord absoluto si se ajusta a la inflación. Jordan, aunque célebre por su legado deportivo, tuvo contratos particularmente lucrativos en sus últimos años con Chicago.

Completan este top 10 presentado por HoopsHype, figuras como Kevin Garnett, Kobe Bryant, Patrick Ewing y LeBron James, todos con porcentajes que superan el 22 % de las nóminas de sus equipos durante sus años en activo. LeBron, además, ostenta las mayores ganancias acumuladas de la lista, con más de 531 millones de dólares. Estos números reflejan no solo el valor deportivo de estas estrellas, sino también su impacto económico y la importancia de su presencia en el mercado de la NBA.