NBA

La motivación menos conocida de Kobe Bryant en playoffs

16:54 09/02/2021 | El entrenador del Oeste en el All-Star de 1998 fue George Karl, quien decidió sentar al escolta el último cuarto. Ese fue su motor luego.

Bryant y Karl (Foto: Sportscasting)

8 de febrero. 1998. Dos equipos, uno solo ganará. De un lado el elenco del Este, del otro el del Oeste. Lo mejor de lo mejor de la NBA. El famoso, legendario y mítico All-Star Game es el motivo de la reunión. Michael Jordan, Karl Malone, Shaquille O´Neal, Shawn Kemp, Reggie Miller... La lista sigue y no para. 

Casi al final del plantel se esconde un niño que nació idealizando a Jordan, que lo imitó hasta la perfección. Ese era su momento, pero alguien se lo arruinó. El chico en cuestión era Kobe Bryant y en ese entonces no era más que alguien que podría ser el heredero al trono del 23, con una mirada inocente y a la vez asesina, que estaba lista para comerse el mundo.

El dominio del Este en el encuentro fue claro hasta el último cuarto y en ninguno de los tres primeros periodos los de Michael anotaron menos de 30 puntos. Kobe venía siendo el goleador del Oeste con 18 puntos y el entrenador de esa escuadra, George Karl, decidió darles la chance a los veteranos y no lo puso en cancha ni un minuto en el reglamentario decisivo. 

Su cerebro no lo olvidó y cuando volvió a reinar en la NBA junto a Pau Gasol, Phil Jackson y compañía a partir del 2008, el que más lo padeció en los playoffs del Oeste fue Karl, que era el técnico de los Nuggets. 

Fueron tres temporadas en las que se cruzaron los Lakers y Denver (2008, 2009 y 2012), y en ninguna de ellos los de Colorado pudieron eliminar a los californianos. Durante esos choques Bryant promedió 31.9 puntos, 5.6 asistencias y 5.2 rebotes, emergiendo siempre como la figura del plantel. 

Un pensamiento fue su motor y su licencia para matar: “Está bien. Jamás me eliminarás en playoffs, George". 

 

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