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Kobe Bryant, quien murió trágicamente en un accidente de helicóptero a comienzos del año pasado junto con su hija, Gigi, y otras siete personas, fue uno de los mejores jugadores en la historia del básquet, capaz de soportar los más insólitos golpes con tal de seguir en la cancha. Pero incluso los grandes como él deben lidiar con las lesiones y hacen todo lo posible para mantenerse saludables. 

LeBron James, por ejemplo, gasta un millón de dólares por temporada para cuidar su cuerpo. Chris Paul está alimentándose a base de plantas desde la campaña pasada con tal de sortear las heridas y, en sus tiempos, Michael Jordan tuvo que recurrir a Tim Grover para acondicionar su cuerpo y soportar las Rules (reglas) de los Pistons. 

La rutina de prevención de lesiones de Bryant fue particularmente única, tal y como era siempre el escolta a la hora de mejorar, e incluyó tomar clases de tap (también llamado claqué) para fortalecer sus tobillos.  

¿Cómo llegó a eso? Durante las finales de la NBA del 2000, Bryant sufrió el peor esguince de tobillo de su carrera, según escribió el de los Lakers en su libro, The Mamba Mentality: How I Play. Acorde al relato del texto, ese verano investigó formas de fortalecer esas partes de su cuerpo y aterrizó en el claqué. "Trabajé en ello toda esa pretemporada y me beneficié durante el resto de mi carrera", escribió.

Aunque Kobe continuó padeciendo traumatismos en los tobillos, el tap lo ayudó a aprender a mantenerlos sueltos y activos, lo que contribuyó a prevenir lesiones en otros lugares del cuerpo.

"En mi primera clase, entré al estudio y estaban todos estos niños de seis y siete años. Esos pequeños me miraban como diciendo: ´¿qué demonios? ¿Qué está haciendo este hombre adulto aquí aprendiendo claqué?´", contó Kobe en una entrevista con Jimmy Kimmel en el 2018.

Además, el cinco veces campeón con los Lakers también compartió que tenía que hacer sus zapatos número 50 de tap a medida. Aunque dejó de bailar después de ese verano, comentó que "durante un año pude decirles a mis pies que hicieran esto y aquello, y de hecho lo conseguía".  

Las clases de tap no fueron la única incursión de Bryant en el mundo de la danza. La estrella de Los Ángeles era conocida por entablar amistad con grandes de otras disciplinas para compartir secretos del éxito, y una de ellas fue la leyenda del baile Debbie Allen, con quien intercambió pensamientos en algunas reuniones.

Disciplina, esfuerzo y trabajo sin importar lo convencional de la cuestión. Si puede mejorar, se debe aplicar. Así vivió Kobe toda su carrera. Así ganó todo. Y ustedes, ¿hasta dónde están dispuestos a llegar para cumplir sus sueños?  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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