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Argentina es una fábrica de bases y las promesas en ese puesto salen como el petróleo de un pozo nuevo constantemente. Los hay en todos los tamaños, edades y tipos, desde los más veteranos hasta los más imberbes. Cada uno de ellos nutre al básquet nacional, pero también al internacional. 

Entre ellos se ubican dos que se escapan de la media desde hace mucho tiempo, especialmente en el exacto momento en el que empezó la temporada 2020/21 de la Liga. Sus nombres son José Vildoza y Fernando Zurbriggen, los armadores de San Lorenzo y Obras. Cada uno, a su manera, se convirtió en una pieza esencial del funcionamiento de su equipo y el techo se aleja en cada pique.

El ascenso del jugador del Ciclón está siendo marcado y cada vez golpea con más fuerza. En números, el guardia pasó de promediar 9.3 puntos, 2.3 rebotes y 2.9 asistencias en la 2019/20 a 15.1, 3.3 y 4.1 en la actualidad, con porcentajes de tiro excelentes, especialmente en los triples, donde aumentó del 27.1% en la campaña anterior al 41.0% en la 2020/21.

Sus minutos también aumentaron (de 22.1 a 29.5) y su relevancia en el sistema de Santander es nodal. Cuando tiene la pelota en sus manos ocurre la magia y paulatinamente comprendió cómo y cuándo impactar en los partidos. Por ejemplo, su ratio de asistencias/pérdidas es de 2.6, que significa el mejor de su carrera en la Liga Nacional y el tercero más alto de la competencia entre los jugadores que se mantienen en cancha 25 o más minutos de promedio.

Su HOB también es de los mejores del certamen, siendo el tercero más importante entre los bases (0.309) y el cuarto de la tabla general. Por último, los tres factores en los que se puede ver su productividad es en el True Shooting, el EFG y el índice de eficiencia. Pasó 51.7%, 48.0% y 11.9 respectivamente en la campaña anterior a 58.1%, 55.9% y 19.0. 

Todo a un uso mayor (de 21.7% en la 2019/20 a 22.9% en la 2020/21). Es decir, juega más y mejor, sin temor a equivocarse y confiando en su repertorio, en un equipo que también lo hace.

Al igual que Vildoza, Fernando Zurbriggen también provocó un huracán en Obras, erigiéndose como una de las promesas más interesantes de la Liga y del conjunto tachero, y siendo un verdadero líder dentro de la cancha. 15.6 puntos (13.8 en la 2019/20), 7.2 rebotes (4.5) y 5.5 asistencias (3.1) son sus medias y su juego habla en el rectángulo. 

Su primer salto se da a partir del tiro exterior, donde creció paulatinamente y en la actualidad se mantiene en un 31.7% (28.6% en la 2019/20), a la vez que en tiros de campo también aumentó su porcentaje (de 44.8% a 45.1%). 

Su capacidad para hacer un poco de todo en ambos costados de la cancha es única y le podrá abrir otras ventanas. Cuida más la pelota que en otros años, ya que posee un ratio de asistencias/pérdidas de 2.1, que es el más alto de su carrera, y un HOB de 0.374 (el tercero mejor de la competencia). 

También se destaca a nivel general en victorias compartidas (el segundo mejor de la liga con 5.1) y aumentó su EFG de 50.2% a 51.2%, no así su True Shooting, que es más bajo que en la 2019/20 (de 58.1% a 57.4%). Por último, su porcentaje de uso, asistencias e índice de eficiencia también se vieron beneficiados, con medias de 27.2%, 37.1% y 22.8, ambas las más destacadas de su carrera. 

Imposible no preguntarse en un diván hasta donde su talento los puede llevar. Por el momento solo queda soñar y disfrutar. Fernando y José. Zurbriggen y Vildoza. No se olviden sus nombres, ni apellidos, hacen magia en tan solo una baldosa. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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