Basquetplus.com

Jason Kidd salió al cruce de las versiones que vinculan la lesión de Kyrie Irving con la carga de minutos acumulada en las últimas semanas. Antes del partido entre Dallas y Milwaukee, que terminó en derrota para los Mavs, el entrenador calificó de “teoría de conspiración” la idea de que la exigencia física fue un factor en la rotura del ligamento cruzado anterior de Irving. “Fue un accidente extraño. Así debería ser reportado”, sentenció Kidd, en referencia a la acción en la que el base de 32 años cayó mal tras un contacto con DeMar DeRozan y Jonas Valanciunas en la derrota 122-98 ante Sacramento.

El base, nueve veces All-Star, había elevado su tiempo en cancha desde el traspaso de Luka Doncic a los Lakers. En febrero promedió 39.3 minutos por partido, superando los 40 en cinco encuentros consecutivos. Sin embargo, Kidd rechazó que esto haya sido determinante en la lesión. “Está bien jugar 40 minutos a los 32 años en un mes. Esto no es toda la temporada, ¿verdad?”. Además, cuestionó el enfoque mediático sobre el tema: “A veces llevamos las cosas demasiado lejos porque queremos los ‘me gusta’ o los ‘corazones’”.

La baja de Irving se suma a una crisis de disponibilidad para Dallas, que solo tuvo ocho jugadores activos contra Milwaukee. Entre las ausencias, además de Irving, figuraron Anthony Davis (lesión en la ingle), Dante Exum, Daniel Gafford y Dereck Lively II, dejando al equipo con una alineación titular improvisada con Max Christie, Spencer Dinwiddie, Naji Marshall, Klay Thompson y Dwight Powell. Los Mavs, que comenzaron la jornada en la décima posición del Oeste, vieron comprometida su lucha por el play-in con este panorama.

A pesar del duro golpe que representa perder a su estrella, Kidd instó a su equipo a enfocarse en lo que sigue. “Nadie siente pena por nosotros. Esto es un negocio. Tenemos un trabajo y una responsabilidad, y es salir y jugar”, declaró. Con el calendario en contra y un plantel diezmado, Dallas enfrenta el desafío de mantenerse competitivo sin su líder en cancha, mientras su entrenador rechaza las narrativas que buscan explicar la lesión más allá de un infortunio del juego.