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Pau Gasol fue uno de los mejores jugadores en la NBA. El español fue elegido en la tercera posición del draft de 2001 por Atlanta Hawks pero rápidamente fue traspasado a Memphis Grizzlies, franquicia que lo llevó a la mejor liga del planeta.

El interno español llegó a la mejor liga del mundo con apenas 21 años luego de tener unos buenos años en Barcelona. Pero cuando llegó a la NBA, enseguida quisieron hacerle pagar derecho de piso y uno de los más interesados en querer desestabilizar al europeo fue Kevin Garnett.

El jugador de Minnesota Timberwolves era uno de los jugadores más dominantes de la NBA y era la gran estrella del equipo. Quiso sacar ventaja provecho de su situación y no solo quiso desestabilizarlo con palabras, sino también con el roce físico. Así lo expresó el propio español: "Cuando llegue a la NBA era demasiado delgado aún, y cuando los jugadores me probaban, me daban con el codo. Miraban cuál era mi reacción. Si miraba para abajo y decía: 'Oh no, no quiero nada de esto’. O si, por el contrario, por el contrario decía: 'vale, de acuerdo. Voy a ir a por ti’”.

Enseguida agregó: "Eso es lo que pasó con Kevin Garnett en uno de mis primeros partidos. Fue como: ‘Vale, perfecto’”. Y continuó: "Me preparé, fui a por él y cuando estaba a su derecha le miré, salté e hice una volcada por encima de él y de dos compañeros suyos”.

Por último, sintetizó: "Me hice respetar plantando cara, la NBA es una liga tan competitiva en el que si no pisas te pisan. Kevin Garnett los primeros partidos me empujaba y pensé que si no contraatacaba me comería en cada partido, aunque fuera mi ídolo. Me dije “atrévete””. Para cerrar, expresó: “No iba a dejar que nadie me apartara de mi objetivo de ser uno de los mejores. No podía permitir que nadie se interpusiera en ese camino”.

Fue el propio Garnett quien habló sobre ese momento y reconoció que se equivocó cuando quiso  desestabilizar al catalán. Kevin comentó: "Era un dragón dormido, la verdad es que no debí provocarle”.