Eurobasket

Sergio Scariolo, el alquimista

22:00 16/09/2022 | El entrenador italiano está, a los 61 años, en el mejor momento de su carrera. Y en el Eurobasket ha reinventado a una selección en plena reforma.

Sergio Scariolo, alquimista con su plantel limitado (Getty)

El Eurobasket que está desarrollando su etapa final en Berlín lo ha tenido todo. A nuestro juicio, es el torneo continental europeo que más cantidad de excelentes equipos ha tenido en su historia, y también eso ha provocado muchas sorpresas y decepciones. 

En el medio de todo eso estaba la subestimada España, que no solamente hacía su duelo (como el argentino), tras el fin de su Generación de Oro, marcada por los Gasoles, pero no solo por ellos, sino que además le sumaba ausencias clave del lado de los bases (lesionados Ricky Rubio, Carlos Alocén y Sergio Llull, retirado Chacho, insuficientes Colom y el chico Núñez), más otras forzadas o, al menos, no buscadas (Abrines, Claver, Mirotic, etc). 

Para suerte de la FEB que comanda Jorge Garbajosa, más allá de todos los problemas, tenía al mejor empleado posible para enfrentar esta situación: Sergio Scariolo. El italiano es hoy, para nosotros, el mejor entrenador del mundo FIBA. Posiblemente lo fuera antes también, pero durante su estadía en la NBA solo se lo podía medir con España, y necesitábamos volver a verlo en la rutina diaria, que consiguió con la Virtus Bologna, consagrándose campeón de la Eurocup para volver a la Euroliga el próximo año. 

Scariolo ha conseguido en estos últimos 15 años subir escalones permanentemente, sin alcanzar su techo, y agregándole cosas a su ya amplio bagaje de recursos, y sobre todo madurando de una manera en la que las cosas que antes quizá lo separaban de algunos jugadores (su quizá excesivo protagonismo o ego siendo más joven), ya no existen. Scariolo es respetado por los jugadores y admirado por los colegas, además de haber adquirido ese autocontrol cercano a lo justo entre el rigor, la disciplina, la libertad y la confianza. 

Para este Eurobasket hizo de todo. Primero, viendo cómo se iba a complicar el puesto de base, convenció a Garbajosa de buscar un extranjero para nacionalizar. Él fue el que eligió y siguió a Lorenzo Brown desde hace mucho tiempo, el que habló con el jugador (al que conocía justamente de los Raptors), y por eso su arribo es una carta 90% de él y 10% de la FEB y Garbajosa. 

Después, hizo una de las cosas que mejor saber hacer, con calidad: declarar. Hace meses que anticipa que esta es la peor España en 15 años (cosa que es cierta pero que logró dos objetivos en uno: sacarle presión al plantel y, al mismo tiempo, motivarlo), que para el Eurobasket no eran favoritos, que habían conseguido el objetivo del torneo pasando a la segunda ronda, y así. Pero el mensaje para adentro no era el mismo.

Scariolo diseño un esquema que nos hizo acordar mucho del de Sergio Hernández con Argentina en el Mundial 2019. Utilizó la energía extra de un grupo con mucho hambre, por el que nadie daba dos pesos (incluso Scariolo fogoneó que no dieran dos pesos por ellos, porque eso sumaría al plan), cambió roles que antes estaban obviamente claros, y adaptó el juego a su nuevo personal. Sabía que los Hernangómez serían clave para tomar un poco el liderazgo vocal, que si lo hacían bien podían ser también los líderes deportivos, que Rudy tendría el trabajo de ser el reflejo de la Generación que ya no estaba, que Brown pasaría a ser su mente en la cancha y que deberían dejar la vida defensivamente. Ah, y que jugarían todos casi siempre, porque no había figuras. 

Mientras las luces enfocaban las genialidades de Doncic, el desparpajo de Wagner o el abusivo talento francés y serbio, Sergio seguía con su plan meticuloso. Si era obsesivo hace 20 años, ahora lo es igual, pero de un modo más efectivo. No lo carga sobre sus jugadores. Tiene cada partido y cada torneo en su cabeza, con todas las opciones. Nada lo sorprende. Nada lo deja en posición adelantada. Puede fallar el plan, pero no por no haber tenido variantes y alternativas. 

Ahí fue donde le sacó un campo de ventaja al canadiense Gordon Herbert, coach de Alemania. Herbert planificó el partido más pensando en lo que iba a hacer Alemania que en lo que le iba a plantear España. Scariolo no solo pensó cómo iba a jugar España, sino que sabía todo lo que iba a hacer Alemania, muchas cosas a partir de su propia oferta, como el de darle el señuelo a Schroder en la primera mitad, haciéndole creer que iba a ganar solo el partido. Dennis compró rápido y dejó sin comida a la mayoría de sus compañeros. 

Cuando para la segunda mitad había consumido muchísima energía, Scariolo le mandó al bulldog Díaz a perseguirlo, fastidiarlo e incomodarlo. Schroder anotó algo más, se enredó, se enojó, y ya fue tarde para que sus compañeros aparecieran. La partida de ajedrez tenía un claro ganador. Mientras Schroder se lucía y hacía su show, Scariolo afuera y Brown adentro cumplían el plan al pie de la letra. 

A esta España el talento no le sobra. Le falta. Pero Scariolo ha logrado convertir los defectos en virtudes, y las carencias, en ganancias. No importa si vence o no a Francia en la final del Eurobasket, la tarea en este torneo está hecha de sobra. España ha sido, sin lugar a dudas, el gran ganador de esta competencia. Y, quizá, haya logrado sortear el peor momento de la selección en este siglo con una obra magnífica de distracción, cuyo responsable, Scariolo, ha sido el gran simulador. 

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