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La Liga 2016/17 comienza a definirse desde este martes, con el inicio de la serie entre San Lorennzo y Regatas. El Ciclón va por el bicampeonato, tratando de repetir lo conseguido el año pasado ante La Unión de Formosa (4-0), mientras que Regatas buscará su segundo títul liguero, tras lo hecho en la 2012/13 ante Lanús (4-0). La única baja confirmada para el arranque de la serie es la de Donald Sims, quien viajó a Estados Unidos para su casamiento.

En términos individuales, hay varios puntos para tener en cuenta. Uno de ellos, es el lugar que ocupan varios de los protagonistas dentro de los libros de historia de las finales y cómo sus actuaciones en esta serie puede dejarlos aún más arriba en cada una de las categorías. Otra nota interesante pasa por Nicolás Aguirre, quien desde su renacer en Quimsa ha jugado cinco de seis finales posibles dentro de los distintos certámenes domésticos. Por ahora, no perdió ninguno de ellos, ¿podrá mantener la racha? Hablando de antecedentes en finales, qué decir de Paolo Quinteros, quien estará disputando la séptima de su carrera. El dato de color lo pone Fernando Martina: es el 18° caso de un jugador que llega a dos finales consecutivas, vistiendo camisetas diferentes, con el plus de que se enfrentará justamente a su ex equipo (San Lorenzo).

San Lorenzo tiene un desafío especial para esta serie: transformarse en el primer campeón en terminar invicto en los playoffs. Por ahora, es el noveno que llega a la final con esa condición.  Otra meta exigente para los de Lamas: sumarse a la exclusiva lista de bicampeones de la Liga. Para un repaso más táctico de la serie, les traemos el informe sobre lo que nos dejaron los enfrentamientos entre ambos en la fase regular, como así también el análisis de un analista de lujo para Básquet Plus: Silvio Santander.

¿Quéres entrevistas? Te tenemos cubierto con las palabras de Pablo Espinoza, Fernando Martina, Paolo Quinteros, Nicolás Aguirre y los dos entrenadores de la serie.

Las finales se presentaron en la sede central de La Caja y tendrán las siguientes fechas de disputa. Además, ya se conocen quiénes serán los nueve árbitros que irán rotando a lo largo de la serie. La mesa está servida: si bien la experiencia y el favoritismo están del lado de San Lorenzo, todo queda a un costado a la hora de salir a jugar una final. En un par de horas, se acaban las palabras y empieza a picar la bola en el Pando.

Las dos mejores ofensivas, los dos mejores porcentajes de cancha, las dos mayores eficiencias de la competencia. Dos de los tres que más triples anotan por partido. Hasta ahí, solo números. Y aunque en el básquetbol los números son muy importantes, la final entre San Lorenzo y Regatas parece tener mucho más que números.

Los porteños aparecen como favoritos a partir de una temporada impecable, casi siempre arriba en la tabla, sin grandes problemas de lesiones como el año pasado (aunque también las tuvo), con 9 jugadores en un nivel parejo, con la mejor banca del torneo, con un entrenador experimentado y curtido en estas instancias, con líderes que aman y saben ganar.

Los correntinos, la revelación de estos playoffs, llegan con la autoestima por las nubes tras voltear de visitante a las dos mejores localía del año (Estudiantes de Concordia y San Martín), con quizá el máximo competidor en activo que tiene la Liga (Paolo Quinteros), con un entrenador menos experimentado pero excelente para mantener contentos a sus jugadores y, sobre todo, con una idea clara: atacar mejor que el rival, alimentar a su voraz media cancha en un pacto de equipo, no desesperar nunca.

Piccato decía en la previa que deben encontrar el punto débil de San Lorenzo, si es que lo tiene. El coach, uno de los mejores que tiene la Liga aunque por forma de ser su exposición es baja, para conseguir ese objetivo, deberá agudizar el ingenio, pero sobre todo convencer a sus dirigidos que San Lorenzo tiene debilidades que ellos pueden aprovechar.

Lo de San Lorenzo pasa por otro lado. Pasa por mantener una intensidad que, a partir de los mencionados 9 jugadores en alto nivel, no hay rival que pueda sostener, si es a lo largo de los 40 minutos. Ninguno de los otros 19 equipos de la Liga puede. Por eso depende más de sí mismo. En los playoffs, donde tipos como Aguirre empiezan a oler sangre y se potencian, por momentos dejaron la sensación de no pisar el acelerador a fondo, y sin embargo terminaron 6-0 y con una media de ventaja sobre sus rivales de casi 18 puntos. Arrollador. Ah, y en total empalma 14 triunfos en fila (no pierde desde el 16 de abril, en Junín).

A pesar de eso, en ningún momento dio la imagen de tener exceso de confianza, donde podría estar su lado débil. En los primeros dos partidos finales tendrá una nueva prueba al respecto, al estar Regatas sin su máximo anotador, Donald Sims, que viajó a Estados Unidor para casarse. ¿Serán capaces de sostener esa mentalidad asesina? Regatas, en eso, fue una gran trampa: venció a San Martín en los dos últimos juegos, uno sin Paolo y en el otro con Quinteros en una pierna.

Analizando lo puramente basquetbolístico, es difícil separar estos dos juegos sin Sims de lo que será la serie, porque Sims no faltó a un solo partido y Regatas no podrá variar sustancialmente su juego sin él, aunque está claro que Vidal no podrá siquiera parecerse. De todos modos, el uruguayo viene jugando excelentes playoffs y entre Arengo y Paolo disimularán el armado cuando Pepo tenga descanso.

Aunque su idea conceptual es atacar mejor, en los playoffs Regatas aprendió a defender más duro y a ganar en scores más bajos, algo que sin dudas tendrá que intentar conseguir en esta serie. Contra San Lorenzo puede ganar un partido jugando a cambiar balones, pero jamás una serie. De hecho este año no pudo ganarle y San Lorenzo le anotó 84 y 99 puntos (contra 71 y 86). Y, como ocurre siempre cuando uno es un poco más débil, Piccato deberá ceder algo. ¿Defenderá el tiro exterior para que San Lorenzo deba jugar básicamente en la pintura? ¿Regalará el tiro externo a algún jugador puntual? ¿Incentivará las penetraciones a partir de la buena movilidad y oficio de sus aleros y pivotes? Hoy San Lorenzo tiene demasiadas opciones: un base agresivo y defensor (Penka), el alero más completo de la Argentina (Mata), el jugador más desequilibrante (Deck) y el reserva más intenso (Calfani). Aun acertando en lo que ceda, puede no terminar con éxito.

San Lorenzo quizá tenga una estrategia un poco más clara, al menos en los dos primeros juegos. Si todos los que se enfrentan a Regatas buscan la forma de frenar a su media cancha, esta vez el objetivo debería ser por lógica incomodar a Quinteros. Pero pensar que Regatas es solo Paolo sería su peor error. Espinoza está terminando la mejor temporada de su carrera, Martina y Troutman conforman una dupla interior que, de ser necesario, puede aportar mucho más de lo que aporta y, ante la necesidad, Ramírez Barrios, Saiz y Arengo tendrán la gran oportunidad de mostrar lo que valen. Claro, San Lorenzo tiene la mejor defensa del campeonato y puede, si lo decide, eliminar todas las virtudes de su oponente.

En estos dos años que San Lorenzo lleva en la Liga A desde su regreso, Regatas no pudo ganarle nunca. Será una de sus varias zanahorias en la serie. La de San Lorenzo, además del bicampeonato, será convertirse en el primer equipo en la historia en ganar un torneo invicto en playoffs. Pero siguen siendo números, solo números.

Arranca, tras 9 meses y medio, la final de la Liga más extensa del planeta. Como para no haberla esperado. La partida de ajedrez que tendrá entre 4 y 7 capítulos, donde el juego mental pesará cada día un poquito más. Un choque de ideas, de presiones, de confianza, de personalidades, de estrategias, de aciertos y de errores. Nada más. Y nada menos.