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Regatas volvió a dar el gran golpe de esta postemporada y ya no es sorpresivo. El Remero había eliminado a Estudiantes de Concordia (2° en el Norte) y ahora despachó en el clásico correntino a San Martín el mejor del Norte en la fase regular. Anoche superó 85-80 al Rojinegro en suplementario, selló 3-1 la serie y se clasificó a la gran final de la Liga Nacional, en donde espera por San Lorenzo o Quilmes. Tras el partido consagratorio, Pablo Espinoza, uno de los referentes del plantel, dialogó con Básquet Plus.

- ¿Qué partido se vivió ayer, no? Cargado de emociones de principio a fin…

- Fueron un montón de sensaciones juntas. En un momento, cuando se nos fueron a 12 puntos de diferencia pensaba que estaba complicado, pero por suerte el equipo reacción y estuvo concentrado como lo estuvo a lo largo de toda la temporada. Estuvimos siempre juntos y eso creo que fue la clave de toda esta temporada.

- A ese aspecto iba a ir, porque anoche también ganaron una lucha mental me parece. Lo digo porque arrancaron 11-0 abajo y llegaron a perder por 12 al final del tercer cuarto, pero nunca dejaron ir el partido y pegaron en los momentos justos.

- Sí, fue clave que tanto el cuerpo técnico como los jugadores sabíamos que si estábamos concentrados podíamos ganar el partido. Si seguíamos la táctica que diagramó el cuerpo técnico, más allá de haber arrancado 11-0 o ir perdiendo por 12 al cierre del tercero, podíamos ganarlo. Obviamente que pudimos haberlo cerrado antes de ir al suplementario, pero no se pudo. Después, en el tiempo extra, el equipo se puso un chip en la cabeza: había que dejarlo todo para no ir a un quinto partido.

- Recién hablaste un poco de la estrategia implementada por el cuerpo técnico, la cual mutó de la fase regular a esta etapa. ¿En qué consistió? ¿Fue un día Gabriel Piccato y les dijo que de esta forma iban a tener más posibilidades o ustedes mismos se fueron dando cuenta?

- Fue un cambio para bien. Sabemos que cuando jugamos en equipo es una cosa y después cuando lo hacemos individualmente es otra. Fue una decisión del equipo, como también del cuerpo técnico. Gabi nos da una libertad como para resolver cosas dentro de la cancha y eso, para un jugador y un equipo, es una ayuda importante. Sabíamos que de la manera que podíamos ganar era haciendo lo que hicimos. Así que la verdad estoy sumamente contento y orgulloso de este equipo, poca gente fue la que estuvo con nosotros, nos alentó y nos tuvo fe desde el principio. Hubo mucha gente que pensó que íbamos a estar 8° o 9°.

- ¿Qué opinión te merece lo que hizo Paolo ayer? Quizás no estuvo al 100 por ciento, pero igualmente fue determinante.

- Tanto él como Donald Sims, que disputó con fiebre el J3 y el J4. Tener dos jugadores con esa jerarquía obviamente que ayuda más al equipo, pero como dijo Piccato, al margen de que uno siempre quiere jugar con el plantel completo, cuando alguno faltó el equipo tuvo la capacidad como para suplantar esa ausencia. Paolo se nos lesionó en el segundo partido y el equipo reaccionó bien y ganamos. En el tercero no jugó y se ganó también. Ayer contábamos con él, sabíamos que podía darnos unos minutos de juego; más allá de que no estaba al 100 por ciento, trató de estar siempre a disposición del equipo.

- Tuviste una serie sensacional. ¿Cómo te encuentra esta etapa de la Liga, en vistas a la gran final que está a la vuelta de la esquina?

- La verdad que bien, estoy contento porque en lo personal fue una Liga buena. Pero como te digo, creo que es el grupo el que lleva a que todos los jugadores hayamos realizado una temporada importante. El objetivo primordial nuestro era entrar en los playoffs y después, como dice Gabi y nosotros también, es ir paso a paso. Uno por ahí se mentaliza en eso y nos ayuda para que después las cosas salgan bien. Jugamos una serie complicada y dura contra Libertad; sabíamos que si la pasábamos nos tocada Estudiantes y uno se va preparando, se resetea en el día a día, en cada playoff y partido para poder hacerlo lo mejor posible. Después nos tocó San Martín, que fue algo lindo para la ciudad también porque fue el primer clásico en una final. Eso además se vive en la calle, pero cuando uno es profesional entiende las cosas y sabe lo que tiene que hacer para aislarse del afuera, algo que fue fundamental en el transcurso de esta última serie.  

- ¿No hay chance de convencerlo a Donald para que se quede?

- Él nos preguntó qué pensábamos nosotros y la verdad que fue una decisión que había tomado antes de que comenzara la Liga, teniendo en cuenta el calendario de la temporada anterior. Es más, se iba a casar ya en junio, pero pospuso y armó todo para julio. Después empezamos a tener 10/12 días libres y se fue alargando todo. El apoyo del equipo lo tiene, que vaya y se case tranquilo. Que no tome mucho nomás y que vuelva después para jugar (entre risas). La verdad es que el equipo lo apoya en su decisión.

Juan Martín Orellano / [email protected]

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