NBA 2020/21

La grandiosa historia de superación de Kyrie Irving

20:36 04/01/2021 | Su mamá falleció cuando él era pequeño. Su papá lo crio y le enseñó todo sobre el básquet. Para comprender su presente hay que conocer su pasado.

Irving en los Nets (Foto: Clutch Points)

Un diario viejo, garabatos que solo quien escribió en sus páginas comprende lo que dice, errores, frustraciones y también confianza. Con sus manos abre una hoja y detiene su mirada. “Las luces están encendidas, nena. Es hora de mostrarle al mundo lo que realmente eres y quién es el mejor del país”, atisba en uno de los párrafos. 

Ese pensamiento fue escrito en junio del 2009 por un chico que jugaba en St. Patrick High en Elizabeth, New Jersey. Se lo conoce como Kyrie Andrew Irving y su talento deja a todos perplejos. Los ojos no pueden seguirlo y los rivales mucho menos. Desafía las leyes de la física, se agacha y contorsiona como un integrante del Cirque du Soleil. No le importa nada. 

Esa mezcla de emociones tuvo que ser controlada y el motivo reside en comprender su historia para entender su presente. Producto del amor de una exjugadora de vóley y un basquetbolista en detrimento, Kyrie nació un 23 de marzo de 1992, apenas un año después de que haya llegado al mundo su hermana Asia. 

El cambio drástico
Dred Irving, su papá, tuvo que correr la misma suerte que los jugadores que no llegan a la NBA a través del Draft y en una prueba con los Celtics el basquetbolista no pudo demostrar su valía, siendo obligado a aceptar un contrato para competir en la NBL de Australia de la mano de Bulleen Boomers en 1991, un año antes del nacimiento de Kyrie.

Sin embargo, ese dolor que tenía Dred no se compararía con lo que sucedió cuatro años después, cuando la familia regresó a Estados Unidos para que los chicos puedan criarse en su hogar natal cerca de la familia de Elizabeth, la mamá de Kyrie, en las afueras de Seattle. Lo que pasó fue fatal...

Elizabeth un día de septiembre en el que el sol no salía sintió un leve dolor. Tenía una infección en la sangre que no parecía tan grave. Pero el contratiempo fue tal que 48 horas después la situación se agravó y la mamá de Kyrie terminó falleciendo con tan solo 29 años por insuficiencia orgánica y sepsia.

La vida y el mundo para Kyrie, Dred y Asia ya no poseía sentido. En cuestión de horas su más querida había muerto y todo estaba perdido. Quien decidió decir basta y dar un paso al frente fue el segundo mencionado, que consiguió trabajo como corredor de bonos en Manhattan y se convirtió en el papá y también la mamá de sus dos hijos. 

Soportando los golpes
Con su hija tenía un vínculo muy fuerte y con Kyrie compartía la pasión por la naranja. Se propuso ser su entrenador, maestro y mentor para enseñarle todo lo que sabía sobre el juego de la naranja. Desde pequeño el base de los Nets sabía lo que quería. Al entrar a su pieza se detectaban tres cosas: marcas midiendo su altura, ya que esperaba llegar a los 1.90 metros, y dos frases en su armario que decían "voy a ir a la NBA" y "promesa". 

Irving no era como ahora y de niño era muy tímido, por lo que su papá tuvo que trabajar esa faceta de su personalidad para que gane confianza y se convenza de que verdaderamente podía vivir de este deporte. Así fue que paulatinamente logró crecer y en su primer año de secundaria se mudó a Montclair Kimberley Academy, en donde simplemente explotó con promedios de 26.5 puntos en su temporada inicial y 29.0 en su año de sophmore. 

No obstante, eso no era suficiente para ser un prospecto de División I en la NCAA y aún le quedaba una carta bajo el brazo, mudándose a St Patrick, un prestigioso conjunto en el que también jugaba Michael Kidd-Gilchrist. Su adaptación seguía siendo irregular y Kyrie continuaba siendo tímido, incluso dicen que no hablaba con nadie al llegar al equipo. 

Su confirmación llegó en su último año, cuando algunas estrellas del equipo se marcharon. Era el portador de balón, el líder y el ejecutor de las acciones en el clutch. Por fin explotaba y terminó promediando 24.5 puntos y 6.5 asistencias que le permitieron recibir ofertas de todas las universidades principales. 

¿Qué lo convenció? Una carta escrita por el mismísimo Mike Kryzewski. Jugaría para Duke y su destino estaba ya escrito. El 22 de octubre su fidelidad hacia la universidad fue comunicado y durante los ocho primeros partidos con su nueva escuadra promedió 17.4 puntos, 5.1 asistencias y 3.8 robos, demostrando que estaba en un gran nivel.

Pero la vida volvió a golpearlo, esta vez en forma de una lesión que sufrió en el ligamento del dedo gordo del pie derecho en el noveno juego de la temporada... Recién el 17 de marzo de 2010 el armador pudo regresar al campo y Duke se las arregló para avanzar al Sweet Sixteen eventualmente, cayendo luego ante Arizona University en un choque en el que Kyrie fue determinante tras anotar 28 puntos. Ese fue su último encuentro en la NCAA y estaba listo para la NBA. 

Listo para dominar
“No será una ayuda inmediata”, se animó a decir Charles Barkley antes del Draft del 2011... Nada de eso, Kyrie recordó las enseñanzas de su padre, la inspiración de su madre y el amor de su hermana. El mundo estaba a su favor y la adaptación a la NBA solo sería un problema menor. Eventualmente logró un anillo con LeBron James en el 2016 y tras una experiencia en los Celtics, y algunas lesiones, está listo para volver a revolucionar la liga en los Nets.

Con un balón, haciendo estragos y siendo un descalabro, allí va el hijo de Dred y Elizabeth, listo para hacer un nuevo embargo en los pasillos de la NBA. No es más ese niño tímido, quiere conquistar el mundo. Otra vez.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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