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En el podcast Mind the Game, LeBron James encendió una discusión que resuena cada vez más fuerte en el ecosistema del básquet: ¿debería la NBA adoptar ciertas reglas FIBA? Con 40 años y una carrera llena de experiencia internacional con Team USA, el alero de los Lakers no dudó en valorar la mayor fisicalidad, la urgencia del reloj y el goaltending permitido como elementos que le dan al básquet FIBA un sabor distinto. “He jugado muchos torneos FIBA. La fisicalidad es tremenda. Pero… ¿los fans quieren eso durante 82 partidos?”, lanzó James, dejando la incógnita abierta.

Uno de los puntos que más entusiasmo generó en LeBron es el goaltending ofensivo, que permite tocar la pelota una vez que toca el aro. “Me encanta. No es tan fácil como parece. Cambia el timing de todo y puede hacer el juego más activo”, explicó. También elogió la duración de los partidos FIBA: 40 minutos en lugar de los tradicionales 48. “El juego se siente más urgente. No hay tiempo para entrar en ritmo: arrancás jugando a fondo”, reflexionó. Sin embargo, reconoció que un cambio así sería una bomba en la estructura histórica de la NBA.

Eso sí, no todo le resulta tentador. LeBron puso reparos sobre eliminar la regla de los tres segundos defensivos, lo que en FIBA permite que los pivots se planten debajo del aro todo el partido. “¿Queremos ver a tipos como Gobert o Wembanyama acampando en la pintura durante 48 minutos? No lo sé…”, apuntó. Con esa observación, dejó en claro que no se trata de copiar todo, sino de detectar qué podría enriquecer el juego sin perder la esencia NBA: espacio, dinamismo y explosividad.

Su propuesta final fue directa: usar la G League y la Summer League como laboratorio. “Tenemos lugares para probar. No digo cambiar todo, pero se pueden testear algunas ideas”, sugirió. LeBron no quiere arrasar con la tradición, pero sí abrir el debate. En tiempos donde la FIBA crece, y el básquet internacional recorta distancias, la NBA ya no puede mirar para otro lado.