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La NBA está llena de historias de trash talk y cosas que se dicen en pleno partido con intención de hacer equivocar a su rival, de desconcentrarlo, pero no todas surgen el mismo efecto o no todas se recuerdan tanto por el resto de la historia como la ocurrida en el primer partido de las finales de la temporada 1996/97.

Los Bulls y el Jazz jugaron una de las mejores series de finales de la historia. Chicago venía de ganar el anillo de campeón en la temporada pasada en lo que significó el primer regreso de Michael Jordan. Los Bulls tenían como objetivo defender el título e iban a hacer todo lo posible por lograrlo.

Cuando el balón no ingresó, trataron de evitar que su rival anotara y lo hicieron a cualquier precio. Uno de los trash talk más determinantes de la historia se vivió en el primer partido de esas finales. Faltaban apenas nueve segundos para que finalice el encuentro y estaban empatados en 82, Karl Malone tenía dos tiros libres. Tenía la oportunidad de darle a su equipo la ventaja.

Pero Pippen decidió decirle algo a Malone que afectaría al jugador del Jazz. Scottie le susurró: “El cartero no reparte los domingos”. En consecuencia, Malone falló los dos tiros libres y Jordan clavó el lanzamiento ganador para darle la primera victoria de la serie 84-82, que luego se traduciría en un nuevo anillo para los Bulls.