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Corría diciembre de 1994, más precisamente un 16 de ese mes, y en San Nicolás se enfrentaron Regatas y Ferro. Y lo que parecía un triunfo tranquilo para los visitante por 87 a 71, no pudo finalizar porque a falta de 8.43 para el final todo se desmadró.

El resultado era sorpresivo, ya que los nicoleños eran segundos en ese momento y los de Caballito naufragaban en la mitad de tabla. Los visitantes habían dominado todo el juego desde el comienzo. Y lo que parecía un final tranquilo, no lo sería.

Marcelo Vildoza, que jugaba en Ferro, cometió una segunda falta intencional (ya había hecho una antes a John Devereaux) a José Small. Y todos los jugadores de Regatas se le fueron encima, pero el que arrancó todo fue Fernando Juárez, asistente de Pedro Escaraín, que había entrado para separar a Small, pero empezó a cuestionar a Vildoza y eso provocó una reacción de Horacio Beigier.

Ante los medios, Juárez dijo: “Juro que fui a separar a Small. Fui por afuera de la cancha, lo que sucedió es que cuando volvía para el banco me crucé con Vildoza y le dije que no fuera pelotudo. ¿Con que necesidad hacía esa falta si iban ganando por veinte? Entonces apareció Beigier, me dijo que no tenía nada que hacer y me pegó el empujón. Después todo fue un desastre”.

Y el propio Beigier también habló: “Lo que pasó en San Nicolás fue algo muy extraño, nos terminaron escrachando a Trent Edwards y a mí pero no dicen que el asistente de Regatas entró a la cancha y nos puteó a Vildoza y a mí. En ese momento intenté sacarlo, de ninguna manera lo quise agredir, pero hay que tener en cuenta la diferencia física y que él tenía zapatos de suela y como la cancha estaba húmeda se patinó”.

Pero el lío no estuvo en ese lugar solo, ya que en el banco visitante Trent Edwards golpeó a Claudio Farabello y ahí se armó la batalla campal. Las imágenes mostraron como el mismo Farabello, John Alexander, John Devereaux, Teodoro Michalópulos y Horacio Acastello por Regatas; y Edwards, Sergio López, Fabián Sacchi y Marcelo Laigualda por Ferro, repartían golpes de puño. El propio Farabello terminó con dos dientes menos.

Y no solo eso, sino que el público invadió la cancha y atacó a Sebastián Tettamanti. Se cuenta que lanzaron pilas, cigarros, piedras, petardos, entre otras cosas. El resultado quedó a un costado y los 24 jugadores fueron expulsados.

Mientras se esperaba el fallo del Tribunal de Disciplina, Alfredo Eseverri, directivo de Regatas, se descargó: “Ya no importa saber que provocó todo esto, los jugadores son profesionales y esto puede perjudicar a dos equipos que tienen chances de ir a la A1. Lo que quiero aclarar es que ningún espectador ingresó con la intención de agredir”. Y le respondió Miguel Biondo de Ferro: “Nos tiraron con piedras, pilas y nos escupieron. En esa cancha no hay seguridad. Después de lo ocurrido llegamos a pensar en retirar al equipo de la Liga”.

El martes siguiente se dio el fallo. Regatas perdió los puntos y tuvo una multa de 1250 dólares, pero nada de suspensión de su estadio. Ferro tampoco sumó y se complicó más en las posiciones.