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Shai Gilgeous-Alexander, a pesar de que los Oklahoma City Thunder solo han disputado 14 partidos en esta temporada, muestra señales tempranas de poder convertirse en un candidato al premio de MVP. En la temporada anterior, logró el quinto puesto en la votación para el MVP, promediando más de 30 puntos por partido con un impresionante 51 por ciento de efectividad en tiros de campo. Sin embargo, a pesar de su excelente desempeño, el equipo finalizó con un récord de 40-42 y no clasificó a los playoffs.

Esta temporada presenta nuevas dinámicas para Gilgeous-Alexander. Aunque podría ser desafiante para él replicar los logros estadísticos de la temporada pasada debido a cambios en la composición del equipo, incluyendo incorporaciones como Cason Wallace y Chet Holmgren, junto con mejoras esperadas de Josh Giddey y Jalen Williams. Sin embargo, a través de los primeros 14 partidos, Gilgeous-Alexander se ubica séptimo en la NBA en puntos, promediando 29.6 por partido en 33.9 minutos, con un 53.5% de efectividad en tiros de campo y un 36% desde más allá del arco. Su contribución integral incluye 6.2 rebotes, 5.8 asistencias y 2.5 robos por partido.

El impacto de Gilgeous-Alexander va más allá de su destreza ofensiva; también sobresale en defensa con contribuciones significativas en robos (líder en la estadistica) y tapones (0.8, importante número para un armador). Con los Thunder teniendo un récord de 10-4, su influencia en su éxito fortalece su caso para una posible candidatura al MVP. Aunque hay tiempo suficiente para desarrollarse, su consistencia y actuaciones notables sugieren una presencia sostenida en la conversación del MVP, reforzando la idea de que su excepcional temporada anterior no fue casualidad.