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La carrera de Kobe Bryant coincidió prácticamente con la edad de oro del baloncesto argentino, especialmente con la Generación Dorada. Este vínculo se manifestó en cinco encuentros oficiales contra Argentina, destacando su rivalidad con figuras como Manu Ginóbili y Luis Scola, a los cuales recibió en sus debuts NBA. 

En su primer enfrentamiento en 2002, Manu Ginóbili debutó en la NBA contra los Lakers liderados por Kobe en el mítico Staples Center. Manu le dio curiosidad a Kobe desde el primer momento donde pregunto por ese "chico blanco". La admiración de Kobe por Ginóbili fue evidente desde el principio, y su relación se consolidó a lo largo de épicas batallas en los Playoffs. Bryant incluso afirmó, "Si Manu Ginóbili no hubiera estado, tendría 10 anillos NBA", durante el Mundial de China 2019.

La rivalidad entre los Lakers y los Spurs, con Kobe enfrentándose a Manu, se convirtió en uno de los duelos más emocionantes de los Playoffs. En 2003, los Spurs eliminaron a los Lakers, marcando el fin del dominio de Los Angeles en la NBA post-Michael Jordan. Posteriormente, en 2004, los Lakers liderados por Bryant superaron a los Spurs en una serie intensa.

En 2007, Luis Scola, debutante en la NBA, enfrentó a Kobe y los Lakers. Aunque los Rockets ganaron ese encuentro, Bryant demostró su capacidad, anotando 45 puntos a pesar de una muñeca lesionada. La serie de Playoffs de 2009 entre Lakers y Rockets, donde Scola brilló, fue otra batalla memorable.

Kobe también tuvo impacto en el básquetbol internacional. En el Preolímpico de Las Vegas 2007, lideró a Estados Unidos contra Argentina, destacando su rol en la redención del equipo estadounidense. La Mamba se rendió ante Luifa desde antes, que llegue a la NBA:  "Es el mejor jugador del torneo y no tengo dudas de que triunfará en la NBA". Durante los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, se enfrentó a la Generación Dorada argentina, consolidándose como un referente del baloncesto mundial.

En su papel de embajador del Mundial de Básquetbol de 2019 en China, Kobe presenció la destacada actuación de Argentina y compartió momentos con figuras como Manu Ginóbili. La imagen de Kobe en el duelo de Argentina y Francia al lado de Manu trascendió y puso contento al propio estadounidense: "Fue divertido sentarme con Manu, porque ve el juego como yo, de manera muy analítica. Antes solíamos competir el uno con el otro y es bueno que ahora me hable y me diga qué piensa. Nunca nos enfrentaremos de nuevo, ahora solo será hablar de estrategia. Estuvo bien ponernos al día, porque hace mucho tiempo que no hablábamos" , contó Bryant luego de aquel encuentro.

Su paso por aquel Mundial donde los dirigidos por Sergio Hernández ganaron la Plata, también fue el descubrimiento de un amor para Kobe, el amor por Gaby Deck. "Kobe se quedó enamorado del Tortuga (Deck). Se lo conté después a él, que Kobe se había convertido en fan suyo, y se lo que quería llevar a los Lakers", había contado tiempo atrás Ginóbili en una charla con Nicolás Laprovittola y el periodista Germán Beder, en un podcast.

Su admiración trascendió el baloncesto, mostrando su fanatismo por Lionel Messi y su preferencia por el estilo de juego del Barcelona,"Es muy complicado decidir qué jugador es mejor. Depende de qué fútbol quieras hacer. Para el tiki-taka, me quedo con Messi, pero si quieres jugar agresivo, entonces Ronaldo. A mí me gusta más el estilo de juego del Barça, es más divertido para mirar", dijo la Mamba en la pregunta por Messi o Cristiano.

La relación de Kobe Bryant con Argentina fue profunda y multifacética, marcada por la rivalidad deportiva, el respeto mutuo y su influencia global en el baloncesto y el deporte en general. A un año de su trágica muerte, su legado perdura, recordando sus contribuciones y conexiones significativas con el país sudamericano.