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Kobe Bryant realizó una carrera increíble en la que dominó en la NBA durante muchos años. Sin embargo, su primera temporada en la NBA no estuvo a la altura de lo que sería el resto de su carrera. Apenas promedió 7.6 puntos en 15.5 minutos y 11 veces sumó 0 puntos, incluido ese primer juego ante Minnesota, donde estuvo 6 minutos y 22 segundos en cancha y erró un tiro de dos. Es más, Kobe no había sido incluido en el primer juego de la temporada, dos días antes, contra Phoenix, pese a la victoria relativamente cómoda (96-82).

Lo cierto es que no había tantas expectativas con respecto a la carrera de la Mamba. Llegó a la NBA con tan solo 17 años. Solo Jerry West, probablemente el mejor ojo analítico de la historia de la Liga, vio lo que los demás no: que era un diamante con un futuro maravilloso. Lo eligió Charlotte recién en el puesto 13 y, 15 días después, West se lo llevó entregando a cambio al veterano Vlade Divac.

Su temporada rookie fue sumamente modesta y no impresionó. Decimos que no reflejó lo que fue su carrera porque en ella conquistó 5 títulos de la NBA, 2 oros olímpicos, fue MVP de la temporada regular, de las finales y del All-Star. Un legado impresionante de uno de los mejores jugadores de la historia.