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En 2007, Boca Juniors logró uno de los hitos más destacados en la historia del básquet argentino al alzar su tercer título de la Liga Nacional. Aquel año, el equipo Xeneize se consagró campeón luego de una temporada llena de desafíos, en la que además se llevó los trofeos de la Copa Argentina y el Campeonato Sudamericano de Clubes. Sin embargo, la travesía hacia la gloria no fue fácil y estuvo marcada por momentos de tensión, sacrificio y un liderazgo inquebrantable.

La fase regular terminó con Boca en el tercer puesto, con un balance de 19-11. El camino hacia las finales no fue sencillo. En cuartos de final, se enfrentaron a Ben Hur de Rafaela. Aquí, la figura de Leo Gutiérrez emergió con una determinación casi sobrehumana. Apenas un día antes de iniciar la serie, Gutiérrez sufrió un desgarro durante un entrenamiento. En lugar de rendirse, pidió jugar si la situación se complicaba. Con Boca abajo 0-2 en la serie, Leo regresó y, desafiando el dolor, lideró al equipo para darle vuelta a la serie y avanzar a semifinales.

Gabriel Piccato, el entrenador que asumió tras la salida de Eduardo Cadillac por falta de resultados, recordó: "Leo me dijo que si la serie se complicaba, quería jugar, sin importarle el costo. Fue clave, no solo inspiró a sus compañeros, sino que tomó decisiones trascendentales". El sacrificio y la resiliencia de Gutiérrez se convirtieron en el motor de un equipo que se negó a rendirse.

En semifinales, el Xeneize se encontró con Libertad de Sunchales. Tras perder los dos primeros juegos como visitantes, Boca volvió a mostrar su carácter. En Capital Federal, igualaron la serie y, en un quinto juego decisivo, lograron la victoria con una actuación memorable de Lázaro Borrel, quien revirtió un resultado adverso para sellar el pase a la final.

La última instancia los enfrentó con Peñarol de Mar del Plata, el mejor equipo de la fase regular y el verdugo de Boca en la Copa Desafío. El primer partido, jugado en Mar del Plata, terminó con una victoria clave para Boca por 61-57, con Leo Gutiérrez liderando con 16 puntos. Peñarol empató la serie al ganar el segundo juego por 77-75 y luego se adelantó al vencer 58-57 en un tercer partido muy ajustado.

El cuarto juego fue otra batalla intensa, y Boca, demostrando su temple, se llevó el triunfo por 77-74, igualando la serie. Con la serie 2-2, el Xeneize volvió a dar el golpe en Mar del Plata, ganando 66-58 con una actuación destacada de Raymundo Legaria. Esta victoria devolvió la ventaja de localía a Boca, que no la desaprovechó.

El sexto y último partido fue una fiesta en La Bombonerita. Ante un estadio repleto y un ambiente cargado de expectativas, Boca no falló. Gustavo Oroná fue el líder en anotación con 25 puntos, y Leo Gutiérrez, a pesar de sus problemas físicos, aportó 21 puntos, incluyendo seis triples cruciales. El Xeneize ganó 89-81, sellando así su tercer título de la Liga Nacional.

"Fue un momento inolvidable", comentó Gutiérrez tras la consagración. "Jugar lesionado fue un riesgo, pero no podía abandonar a mis compañeros. Este título es de todos nosotros, del esfuerzo y la dedicación de cada uno".

El plantel que hizo historia estaba compuesto por jugadores como Raimundo Legaria, Martín Leiva, Leonardo Gutiérrez, Gustavo Oroná, Luis Cequeira, Lázaro Borrell, Leandro Palladino, y varios otros que, bajo la dirección de Gabriel Picatto, lograron lo que muchos creían imposible al inicio de la temporada.

El título de 2007 no solo marcó un hito en la historia del básquet de Boca Juniors, sino que también dejó una lección de resiliencia y trabajo en equipo. Desde su regreso a la máxima categoría en 1990, Boca había enfrentado numerosos desafíos, pero nunca dejó de luchar por la gloria. La temporada 2006/07 fue un ejemplo perfecto de cómo la perseverancia y la unidad pueden superar cualquier obstáculo.

Hoy, 17 años después, Boca busca revivir aquellos momentos de gloria y volver a alzar el título de la Liga Nacional.