A 20 años del oro olímpico

Carlos Delfino, una renuncia y un cómico momento en el 2003

08:41 02/09/2024 | El santafesino no podía ser de la partida para el Preolímpico y fue hasta la concentración a comunicárselo a Rubén Magnano, pero no saludó a nadie del equipo y aún hoy se lo recuerdan.

Delfino no estuvo en 2003 y se lo quisieron hacer pagar (FIBA)

Carlos Delfino tuvo su debut oficial en la mayor de Argentina en 2004 con el Sudamericano previo a los Juegos Olímpicos. Sin embargo, también fue convocado en 2003 y no pudo estar por una lesión, pero la comunicación de su baja al equipo argentino es una historia que aún hoy se recuerda.

En charla con Básquet Plus, el santafesino contó que previo al Preolímpico tuvo una lesión de tobillo y Fortitudo Bologna, su equipo en ese momento, no le pemitió jugar. “Jugaba en Bologna, me draftean y el equipo no me dejaba jugar en la Selección porque me había lesionado un tobillo. Ellos querían que me recuperara durante todo el verano, no podía jugar con la Selección, yenía tres años de contrato con el Bolonia. Era para el Preolímpico y había dos Selecciones, había una concentración como de 40 en Colón, estaban los dos grupos juntos. Fui a hacerme ver el tobillo porque lo tenía inflamado y a hablar con Rubén, le dije: ‘Rubén, mirá, tengo este papel, no me dejan jugar, tengo el tobillo así, a mí me encantaría, pero no me dejan’”.

Allí se produjo el no saludo al equipo: “Subo a una habitación, hablo con Rubén y cuando bajo, ya estaban todos los chicos comiendo, entonces empiezo a saludar desde la punta de la mesa y en el fondo estaban los más grandes, la Generación Dorada de hoy. Al principio estaban los del “segundo grupo”, mal llamados, eran muchos chicos de mi edad o sub 21, jugadores con los que yo había jugado últimamente. Empiezo a saludar y en un momento lo saludo a Martín Leiva que me pregunta algo, me quedo charlando con él, empiezan a llegar platos de comida y entonces pensé, saludaré después así no los interrumpo. Pero ese después nunca pasó y me fui”.

Y cuando varios lo pasaron por alto, hubo uno que no lo olvidó, que fue Leo Gutiérrez, aunque poco pudo hacer al respecto para vengarse: “Leo, que era parte del grupo de los grandes, empezó a decir: ‘Uh, cuando se entrene, le vamos a dar mal’. Con Leo hasta esa concentración del 2004 no habíamos entrenado nunca juntos, agarro la pelota, ataco al aro, él salta a la ayuda, la vuelco y salió puteando para todos lados. Vino después del entrenamiento y me dijo: ‘Te la quería dar, pero no llego, no llego’. Ahí me contó lo que pasó del otro lado de la mesa durante ese almuerzo que yo nunca lo supe”.

Y aún hoy el equipo se lo recuerda: “Es algo que quedó marcado, todavía hoy en el chat lo tiran: ‘¿Te acordás cuando Carlitos llegó que ni nos saludó?’”.

Compartir