Basquetplus.com

Quienes consumimos Liga Nacional desde sus comienzos, tenemos en la retina varios momentos distintos de la historia en donde clubes de barrio pasaron a ser clubes reconocidos en todo el país, en algunos casos con ascenso y descenso vertiginoso y en otros, convirtiéndose en una marca que se mantiene. De los segundos casos, uno es indudablemente Regatas Corrientes, que al principio le costaba fichar a jugadores que quisieran ir a vivir allí y hoy es uno de los más cotizados. O el propio Gimnasia de Comodoro. O La Unión de Formosa. U Olímpico de La Banda. 

Pero si un club ha hecho un trabajo siempre en ascenso en los últimos 20 años ese ha sido Quimsa de Santiago del Estero. Desde su ascenso a la máxima categoría en cancha de Obras allá por el año 2006, su primera final de LNB en la 2007/08, pese a perderla 4-0 contra Libertad de Sunchales, pasando por los primeros logros, hasta llegar a la cima en el 2020 consagrándose campeón de América, el club ha sabido ganar y perder y, sobre todo, siempre competir. No se ha venido abajo con las derrotas ni se ha conformado con las victorias, y siempre va por un poquito más. 

Organizativamente, la diferencia entre estos 17 años en la élite es enorme. Un estadio de lo más prolijo y con las facilidades como para que el público tenga ganas de ir, con aire acondicionado, comodidades y demás, y una estructura con Diego Lo Grippo a la cabeza como manager, siempre bajo la visión general de Gerardo Montenegro, su presidente. Quimsa puso a Santiago del Estero en lo más alto del mapa deportivo de la Argentina.

El de anoche fue el décimo título en la historia del club. El primero fue allá por el 2009, año exitoso porque además de la Copa Argentina en octubre en Trelew, un mes después lograron su primer título internacional: la Liga Sudamericana, a la que a comienzos de ese 2009 habían llegado a la final también. 

Sin embargo, los éxitos se frenaron unos años, hasta que para la 2014/15 el club armó aquel equipazo con Silvio Santander como entrenador y un plantel que lo ganó todo, con Penka Aguirre, Diego García, Robert Battle, el crédito local Gabriel Deck, el repatriado Leo Mainoldi y varios otros jugadores clave (Vega, Tintorelli, Lucas Pérez). Se llevaron el Súper 8 y la primera Liga del club, algo inolvidable. 

Después otra vez hubo que esperar un poco, hasta ganar el Súper 20 en el 2018 frente al siempre duro San Lorenzo, y el glorioso 2020, aquel que se cortó por la pandemia, cuando estaban jugando las semis de la primera BCLA y que, al retorno, ganaron con una actuación formidable en Uruguay ante Flamengo en la final. También ese año volvieron a ganar el Súper 20 y en el 2022 llegó la primera Supercopa.

Tras un par de frustraciones con la Liga Nacional (dos finales perdidas 3-2 seguidas), la tercera fue la revancha y en junio de este año lograron su segundo anillo a nivel nacional, cerrando otro gran año, este 2023, con la segunda Supercopa, la que redondea el número mágico: 10. Desde aquí, las felicitaciones luego de haberlos visto crecer muchísimo estos 17 años. ¡Bravo Quimsa!