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En las Finales de la NBA de 1988, los Pistons estaban a punto de lograr su primer título de la NBA. Después de cinco juegos, los Pistons tomaron una ventaja de 3-2 en la serie, pero todo cambió en el Juego 6 en Los Ángeles. Isiah Thomas, el base estrella de los Pistons, anotó 25 puntos en el tercer cuarto, un récord de las Finales de la NBA, para darle a los Pistons una ventaja en el juego.

Pero luego, una lesión en el tobillo de Thomas lo obligó a dejar el juego, y los Lakers aprovecharon para tomar la ventaja. A pesar de que Thomas regresó y anotó 11 puntos más, los Pistons no pudieron detener a los Lakers en el último cuarto. Con 14 segundos restantes, Bill Laimbeer cometió una falta contra Kareem Abdul-Jabbar en un intento de tiro elevado y los Lakers tomaron la delantera desde la línea de libres.

Sin embargo, muchos fanáticos creen que la "falta fantasma del skyhook" fue sancionada para forzar la serie a un Juego 7 y aumentar las ganancias de la Liga. Aunque la repetición mostró que Laimbeer no cometió falta sobre Jabbar, los árbitros la sancionaron y Jabbar convirtió los dos libres para llevar a los Lakers a la victoria.

El entrenador angelino, Pat Riley, nunca admitió saber nada sobre una conspiración, pero reconoció que su equipo se benefició de la falta sancionada. "En 1988, cuando conseguimos que Detroit cometiera esa falta fantasma en el skyhook, Kareem todavía tenía que convertir los dos libres", dijo Riley. "Él no se sintió intimidado, tenía que hacerlos y los hizo. Eso nos llevó a un séptimo juego y a una victoria".

Aunque la NBA nunca ha admitido haber sancionado deliberadamente la falta, la "falta fantasma del skyhook" sigue siendo un tema de controversia para los fanáticos de los Pistons. Los Lakers ganaron el Juego 7 y su quinto título de la década, pero al año siguiente, los Pistons regresaron y barrieron a los Lakers, lo que demostró que su victoria en 1988 no fue necesariamente decisiva.