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Ser árbitro, en cualquier en profesión, es un trabajo que hace que, al menos en Argentina, recibas muchos insultos cuando una parte de la hinchada no está de acuerdo con alguna decisión. Debe ser difícil estar en la piel de los árbitros cuando se reciben tantos agravios. Al Carlitos Delfino, histórico jugador de baloncesto argentino, le tocó vivir esa experiencia en primera persona.

Durante ese tiempo, se disputaba el famoso Superclásico entre Boca y River, conocido como el partido del gas pimienta. Delfino contó que, al ver el partido, notó cómo insultaban duramente al árbitro Germán Delfino, y aunque no tienen ningún vínculo familiar, muchos hinchas lo confundieron con él. “Ese día lo separé más todavía”, bromeó Carlos, mientras explicaba que comenzó a recibir amenazas, insultos y una avalancha de comentarios negativos que claramente estaban dirigidos al árbitro. Esta situación lo hizo reflexionar sobre lo difícil que debe ser ejercer esa profesión y la presión que enfrentan constantemente.

El episodio se viralizó rápidamente en redes sociales, provocando memes, risas y hasta llamadas desde distintos medios de comunicación que querían saber más sobre la insólita confusión. A pesar del revuelo, Delfino se lo tomó con humor y señaló cómo el incidente creció hasta convertirse en un fenómeno mediático. Con esa anécdota en el pasado, el escolta se prepara para reintegrarse al equipo nacional, marcando su regreso oficial a la selección este lunes.