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La NBA siempre ha tenido la idea de que una parte importante del negocio pasa porque todos sus integrantes tengan su momento de gloria en algún momento. Si bien está claro que hay sitios que a la Liga le convienen que siempre estén arriba en las posiciones (Los Ángeles, Nueva York, Chicago, San Francisco, etc), que el resto llegue en algún momento indica que se puede, y eso es una buena motivación para que todos quieran ser parte. 

Por ese motivo existe el draft de la NBA, para que los peores equipos puedan conseguir a los mejores jugadores universitarios, como así también los límites salariales, las regulaciones para que no se concentre el poderío deportivo en un minúsculo grupo y demás leyes que reparten entre las 30 franquicias opciones para tener posibilidades de competir. Igual, muchas veces hay franquicias que se hunden y tardan muchísimo en resurgir, aunque estamos viviendo una era de varios que no existían hasta hace poco: Denver, Milwaukee, Sacramento, Los Angeles Clippers, Minnesota, Orlando y más. 

Uno de los que no está pudiendo revertir de ya largo mal momento es Detroit Pistons. Hundido en el fondo hace 5 años, probó distintas situaciones pero no puede cambiar una dinámica que lo alejó por completo del lote de equipos protagonistas en el Este. Ya no pasa por la caída en desgracia de la ciudad a partir de la salida de la mayoría de las automotrices. Eso ha mejorado bastante, pero el equipo no. 

Por un lado, cambiaron de ejecutivo, pasando de Ed Stefanski a Troy Weaver, que fue el encargado de seleccionar en el primer lugar general del draft 2021, que suponía ser el punto de partida de una nueva era. Pues por ahora eso no ocurrió. No se le puede caer al elegido, Cade Cunningham, pero la realidad es que no fue todavía un líder al que seguir. Es cierto que estos Pistons son uno de los equipos más jóvenes de la NBA (solo 3 jugadores mayores de 25 años), pero tampoco parece haber demasiado talento reunido.

Porque además el tema es que no es que cada día están un poco mejor. De hecho, están a punto de alcanzar la peor racha de derrotas seguidas en la historia de la NBA. Y eso se viene repitiendo. De los 8 peores registros históricos de la franquicia, 4 son las últimas 4 temporadas, incluida la actual. El puesto 8 lo tiene el equipo de la 2021/22 (23-59), el 7 el de la 2020/21 (20-52), el 3 el del año pasado (17-65) y el 1 por ahora el actual, que lleva un espantoso 2-25. 

Este año se tomó la decisión de ponerle una fortuna a Monty Williams para que fuera el nuevo entrenador. Williams firmó el mejor contrato de la NBA (78 millones por 6 años, que pueden llegar a 100 con premios), esperando repetir su tarea en Phoenix, al que pasó de 34 victorias en 2019/20 a 64 en la 2021/22. La tarea no parece sencilla y el material, tampoco. No hay ningún Devin Booker, ni Mikal Bridges ni DeAndre Ayton en estos Pistons. A no ser que estén escondidos en el anonimato y exploten en estos próximos años. 

Por ahora, la realidad marca que el equipo perdió en el debut, ganó dos seguidos, se pensó que esta vez podía ser, y a partir de ahí empezó una racha que llega a hoy de 24 derrotas en fila. A dos del récord histórico de Cleveland (2010/11) y Philadelphia (2013/14). ¿Cuál será el límite que están dispuestos a soportar los nuevos dirigentes de Detroit?

LOS 10 PEORES RÉCORDS HISTÓRICOS DE DETROIT PISTONS (INCLUYE LA 2023/24 HASTA HOY)