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Si bien el torneo más recordado de la Generación Dorada son los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, es imposible restarle importancia a Indianápolis 2002. Se trató de un Mundial que, por primera vez en la historia, se jugaba en los Estados Unidos, donde volvían a estar los NBA locales. Un Mundial con 16 equipos, similar en formato al de 1998.

Argentina realizó una fase de grupos que la obligó a vencer a EE. UU. en la última fecha para evitar a la dura Yugoslavia en cuartos de final. Contra todo pronóstico, logró hacerlo (87-80), haciendo historia y marcando un momento clave en la historia de Argentina. En la siguiente fase, las albicelestes eliminaron a Brasil para meterse entre los mejores cuatro.

Alemania, sorpresa del torneo junto a la hasta ahí desconocida Nueva Zelanda, que se cruzó con Yugoslavia, tampoco pudo frenar la avalancha ganadora de los argentinos. En ese partido, uno de los más dramáticos que se recuerden, Argentina no lo jugó bien y, para rematar un cuadro descarnado, se lesionó el tobillo derecho Ginóbili. Pero, sobre el final, se defendió a morir: Wolkowyski le metió un tapón antológico a Okulaja, Montecchia hizo unos puntos decisivos y se ganó 86-80. Otra vez, el festejo loco, Ginóbili saltando en una pierna, el llanto de los hinchas, las banderas y los abrazos. Postales que nunca, nunca más, podremos olvidar.

Luego, en la final, Yugoslavia se impuso y terminó gritando campeón. Sin embargo, esos momentos mágicos contra Alemania y Dirk Nowitzki, el MVP del torneo, quedarán marcados para siempre en la historia del baloncesto argentino.

El histórico tapón de Wolkowyski:

✋🚫 A 22 años del tapón salvador del @ColoWolko para vencer a Alemania en la semifinal y meterse en la final del Mundial de Indianápolis 🤯 pic.twitter.com/VBJr9OY8FU

— Argentina Básquet (@cabboficial) September 7, 2024