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Luego de ser finalista en la 2016/17, Regatas no pudo repetir el éxito en la Liga pasada y más allá de tener una buena participación a nivel internacional (llegó a la Final Four de la Liga de las Américas), se quedó lejos de la pelea grande en la competencia doméstica. Con una base que se mantiene, los correntinos encaran la 2018/19 con expectativas, aunque también con ciertos interrogantes sobre cómo se acoplará el equipo a sus incorporaciones y al nuevo cuerpo técnico (llegó Lucas Victoriano en reemplazo de Gabriel Piccato).

Tal como sucedió en los últimos años, Regatas no debería tener problemas para ser de los conjuntos más anotadores del torneo, con buenas variantes ofensivas y un DT que buscó imponer un básquet de velocidad y transición durante su paso por Estudiantes de Concordia. Está claro que el principal fuerte del Fantasma estará en el tiro exterior, siendo capaces de colocar cinco jugadores en cancha con lanzamiento de tres y contando con especialistas del calibre de Treise, Quinteros, Arengo o incluso el pibe Giordano. ¿En su contra? No tienen una presencia clara en el poste bajo y por momentos, correrán el riesgo de transformarse en un equipo sin demasiada profundidad.

Otro punto interesante para Regatas, tiene que ver con la jerarquía y experiencia del plantel, especialmente en el quinteto inicial. A los de Victoriano no les faltarán opciones en los tramos calientes de los partidos, liderados por Quinteros y Smith, quienes vienen de terminar entre los máximos anotadores de la Liga en los momentos claves de los juegos (menos de 5 minutos por jugar, menos de 5 puntos de distancia). En una competencia de pequeñas diferencias, tener la capacidad de ganar encuentros cerrados es clave para cualquiera con pretensiones altas.

La historia parece ser diferente cuando analizamos el costado defensivo, sector en el que también tuvieron problemas en los últimos años. Sin grandes especialistas en el perímetro ni en el juego interior, Regatas podría sufrir en este campo, si no mantiene una intensidad alta durante los 40 minutos. Otro factor que podría jugarles en contra es el tema rebotero, donde se proyectan entre los menos productivos del torneo, al menos en los papeles. De hecho, no sería raro ver a un perimetral como Smith siendo el primero o segundo mejor promedio en esa faceta.

El último punto a mencionar pasa por la segunda unidad. Tienen algunas garantías con jugadores probados, como en la posición de pivote suplente (Sáiz o Gallizzi) y un Arengo que viene progresando de muy buena manera en estos años. Sin embargo, con el resto hay incógnitas: ¿podrá Thomas ganarse los minutos que no tuvo en la 2017/18?, ¿logrará Giordano repetir sus buenos números de la Liga pasada, ahora en un rol más protagónico?, ¿cómo se adaptará un debutante Hedgeman? Las respuestas a estas preguntas marcarán buena parte del potencial de Regatas, que precisará alargar su rotación, no solo para darle descanso a sus veteranos, sino también para poder llevar adelante la idea de su técnico.