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Repitiendo la idea de los últimos años, Obras encara la 2018/19, no solo con uno de los planteles más jóvenes de la competencia, sino con estos jugadores teniendo un papel protagónico dentro de la rotación y la identidad del equipo. Apoyados por tres buenos foráneos como Dion Dixon, Eric Anderson y Maurice Kemp, goleador de la pasada Liga, los dirigidos por Gregorio Martínez se ilusionan con repetir la misma combinación de la 2017/18: seguir dándole lugar al desarrollo de sus canteranos, pero a la vez ser competitivo y pelear en la mitad superior de la tabla.

Obras no ha sufrido grandes modificaciones con respecto a la Liga anterior. Lo más importante pasa por la salida de Víctor Liz, quien será reemplazado por un debutante en la competencia como Dion Dixon, quien tendrá la responsabilidad de ser la primera opción anotadora en el perímetro. Las otra modificaciones pasan por la llegada de Alejandro Zurbriggen para ocupar la posición del alero, la cual tuvo varios dueños (todos extranjeros) durante la campaña pasada y el regreso de Tomás Cocha a la institución, en reemplazo de Tomás Zanzottera. Lo más importante, sin embargo, está vinculado a las continuidades: una gran dupla de bases como la que conforman Pedro Barral y Fernando Zurbriggen, sumado a un Maurice Kemp que es de lo más desequilibrante que tiene nuestro torneo, sobre todo en cuanto a la resolución individual.

La propuesta de Obras se apoyará mucho en sus virtudes, ligadas a las piernas frescas. Entre la juventud, la velocidad de sus bases y sus internos atléticos y explosivos, el Tachero será de lo más peligroso del torneo en la cancha abierta. Y si bien tendrá mayores dificultades cuando deba jugar en la media-cancha, siempre podrá recurrir al uno contra uno de Kemp como para no perder demasiado terreno. La gran pregunta pasa por cuánto podrá recuperar de los puntos perdidos entre Liz y Zanzottera, en principio, mostrando menos variantes anotadoras en sus externos que en la última Liga.

El potencial atlético y físico del equipo genera ilusión con respecto al costado defensivo. En el plantel hay buenos marcadores como Fernando Zurbriggen o Eric Anderson, pero aún así no fueron un equipo sólido durante la 2017/18: terminaron 12° en ese costado. El año de experiencia para sus jóvenes los debería ayudar a dar un salto de calidad y no hay ninguna razón por la cual imaginar que no pueden meterse al menos en el Top 10 en el campo propio. Conseguirlo será el factor fundamental para Obras este año: no solo por lo que pueden impedirle al rival, sino por lo que pueden generar en transición a partir de los rebotes y recuperos.

Si bien a los capitalinos seguramente les falten las grandes figuras nacionales de los candidatos más firmes, parecen tener suficiente talento como para no pasar zozobras y dar alguna que otra sorpresa. No serán un rival sencillo para nadie y para el espectador neutral, seguramente serán de los más entretenidos para observar. Su techo, como el de todo equipo joven, aún resta por conocerse.