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El caos institucional que rodea a las Finales de la Liga griega de básquet sumó un nuevo capítulo este martes, cuando el juez deportivo de la competición impuso duras sanciones al Panathinaikos tras los incidentes ocurridos en el segundo partido de la serie ante Olympiacos. El dueño del club, Dimitris Giannakopoulos, fue suspendido por 10 meses para ingresar a recintos deportivos y multado con 20.000 euros por reiteradas conductas consideradas difamatorias para el deporte. La sanción se dictó en medio de una fuerte crisis institucional que obligó a postergar el juego 3, originalmente previsto para el martes en el OAKA.

El castigo contra Giannakopoulos está directamente relacionado con sus acciones en el estadio el 1 de junio, cuando fue señalado por realizar amenazas extremadamente graves hacia el entrenador rival, Giorgos Bartzokas. Según los copropietarios de Olympiacos, los hermanos Aggelopoulos, el dirigente habría proferido insultos de tono sexual en contra de la hija del entrenador, lo que provocó una denuncia formal. La justicia griega llegó incluso a emitir una orden de arresto, pero Giannakopoulos logró retirarse del lugar antes de ser detenido, según testigos y versiones contrapuestas entre ambos clubes.

Además del presidente, Panathinaikos también recibió una multa institucional de 44.000 euros, mientras que los jugadores y cuerpo técnico no quedaron exentos del fallo disciplinario. Kostas Sloukas fue multado con 1.100 euros por conducta inapropiada hacia el árbitro, mientras que el entrenador Ergin Ataman también recibió una sanción económica de 5.000 euros. En cambio, Mathias Lessort e Ioannis Papapetrou fueron absueltos tras haber sido investigados por distintas actitudes violentas o provocadoras durante el mismo encuentro.

A pesar del escándalo, las autoridades griegas buscan retomar la serie con normalidad. Tras una reunión entre Giannakopoulos y el ministro de Deportes, Giannis Vroutsis, se confirmó que el Juego 3 se disputará hoy viernes. El objetivo oficial es garantizar la seguridad de todos los actores involucrados, aunque la tensión entre las dirigencias sigue latente. Con la serie empatada 1-1 y el clima social en ebullición, las Finales griegas prometen seguir siendo más noticia por lo extradeportivo que por lo que ocurra dentro de la cancha.