Mundial de Turquía 2010

El torneo en el que Fabricio Oberto pagó para jugar

11:31 21/03/2020 | El internó abonó 25.000 de los 45.000 dólares que le pedía como seguro Washington Wizards para disputar el Mundial de Turquía 2010.

Oberto durante el Mundial de Turquía (Foto: FIBA)

Anécdotas de la Generación Dorada son incontables, pero la mayoría de ellas son de Ginóbili, Scola y Sánchez. Sin embargo, Fabricio Oberto también tiene sus propias historias y su humildad, generosidad y personalidad para facilitar las cosas a sus compañeros no sólo se puso notar en la cancha, sino también afuera de ella. Una muestra de eso fue antes del Mundial de Turquía 2010, cuando su representante en Estados Unidos le comentó que la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) sólo estaba dispuesta a pagarle 20.000 de los 45.000 dólares que se precisaban abonar para el seguro que le pedían los Wizards, su equipo de ese entonces en la NBA. 

¿Qué hizo el cordobés? No hay problemas, desembolsó la alta suma y empezó a armas las valijas para viajar a Europa en busca de un nuevo torneo con sus amigos de siempre. El dinero, en ese escenario, era lo de menos. Debía estar ahí con sus compañeros y nadie lo iba a impedir. "Los 25.000 dólares que faltan los pongo yo", confesó a su representante en ese mismo instante, sin dubitar y sin dudar. 

En ese torneo, que sería uno de los últimos en los que jugaría el de Las Varillas, Argentina clasificaría a la segunda ronda y caería en cuartos de final ante la poderosa Lituania por 104-85. Luego, lejos de darse por vencidos, vencerían primero a Rusia y después a España para quedarse con el quinto puesto en el certamen. Finalmente, el interno se coronaría campeón el FIBA Americas de Mar del Plata y esa sería su fin con la celeste y blanca.

Sin embargo, más allá de las medallas, trofeos y condecoraciones, su legado más importante sería su calidad como persona, aquella que le permite ser uno de los más queridos de la Generación Dorada. Sus compañeros, entrenadores y fanáticos jamás hablaron ni hablarán mal de él. Representó al seleccionado nacional como pocos y fue uno de los puntos nodales de la dinastía que se mantiene hasta la actualidad.

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